“Ayuno, el gran remedio”.PLUTARCO por ELIZABETH MAIER Así como los animales hacen depuraciones en forma natual cuando están enfermos o intoxicados, ayunar también es un remedio natural para las personas. No solo lo recomiendan famosos y personajes de la cultura como rutina de belleza, sino que abunda la literatura y evidencia científica al respecto. Gracias…
“Ayuno, el gran remedio”.
PLUTARCO
por ELIZABETH MAIER
Así como los animales hacen depuraciones en forma natual cuando están enfermos o intoxicados, ayunar también es un remedio natural para las personas.
No solo lo recomiendan famosos y personajes de la cultura como rutina de belleza, sino que abunda la literatura y evidencia científica al respecto.
Gracias a este hábito se pueden reducir los factores de riesgo de dolencias como el síndrome metabólico, diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer y algunas enfermedades neurodegenerativas.
El médico Benicio Pereira estudió el ayuno, lo recomienda y practica semanalmente:
“Durante el ayuno lo que se produce es el fenómeno de la autofagia, muy beneficioso para pacientes con cáncer porque allí las células buenas atacan a las defectuosas y las comen, como indica la denominación. De esta forma se reciclan proteínas, minerales, etc”.
Hay varios tipos de ayuno, y actualmente está de moda el ayuno intermitente que consiste en restringir el consumo de comidas y bebidas durante varias horas, desde 8:00 a 24:00, dependiendo el caso.
“El ayuno intermitente cobró auge después de 2016 cuando Yoshinori Ohsumi ganó el premio Nobel de Medicina porque había estudiado los mecanismos moleculares y genéticos involucrados en procesos de autofagia, que es lo que sucede durante el ayuno”, comenta Pereira.
El médico explica que hay varias modalidades que incluyen: “quitar la totalidad de la comida en un periodo de tiempo, quitar ciertos alimentos de las comidas o restringir los valores calóricos”.
A pesar de la evidencia, el ayuno no surge con los avances científicos de los últimos años sino que nació con fines espirituales y religiosos. Varias religiones lo predican:
- En el Catolicismo Apostólico Romano algunos días de Semana Santa se ayuna completamente o se comen solo frutas y verduras.
- El Ramadán para el Islam es un período significativo, donde no se bebe ni come durante el día sino antes del amanecer y luego del atardecer.
- En el Budismo durante Luna Llena (Nyung-nye) o en las enseñanzas de Dhutanga, que instruye sobre disciplina y autocontrol.
- En el Judaísmo durante Yom Kippur (Día de la Expiación).
- Los mormones ayunan 24 horas el primer domingo de cada mes.
- En el Hinduismo durante Ekadasi se ayuna de legumbres o totalmente.
Beneficios
Más allá de los beneficios a nivel orgánico que ofrece el ayuno, también es de ganancia a nivel mental y emocional.
Por ejemplo, ayuda a revelar qué tipo de relación se mantiene con la comida, a fortalecer la autodeterminación y a desarrollar el uso de la razón para alimentarse.
En épocas en las que la ansiedad y el estrés son la puerta de entrada a numerosas enfermedades, el hábito del ayuno representa un remedio natural preventivo.
Otra ventaja es el favorecimiento de la capacidad de atención ya que aumenta la secreción de orexina, que es el neurotransmisor regulador del estado de alerta en las personas.
Tal como en los animales, en las personas también es un excelente método para reducir la liberación de sustancias que propician inflamaciones. En consecuencia, se disminuyen los factores de riesgo de enfermedades asociadas a procesos inflamatorios como las cardiovasculares, diabetes, Alzheimer, artritis y cáncer.
Naturalmente, si los órganos no están ocupados en digerir alimentos no gastan energía en dicha labor.
Por lo tanto, durante estos períodos depurativos el organismo elimina células dañadas, detritus celulares, microtumoraciones, tejidos enfermos o proteínas alteradas.
“En vez de usar medicinas, mejor ayuna”.
HIPÓCRATES
El doctor Pereira comenta acerca de los numerosos beneficios:
“Durante el ayuno se producen cuerpos cetónicos que estimulan a los neurotróficos del cerebro, generando neuroplasticidad, es decir, una mejoría en la memoria, el razonamiento y en enfermedades neurodegenerativas.
Por otro lado, ayuda a disminuir las crisis de quienes sufren epilepsia y revela mejorías en personas con Alzheimer.
Además, se disminuye la cantidad de glucosa, la secreción de insulina, y de la hormona IGF1 son tres elementos son esenciales para la evolución del cáncer.
Incluso durante la quimioterapia es beneficioso porque la persona presenta menos efectos adversos y aminora la destrucción de células buenas inhibiendo una sustancia llamada CD73 que impulsa la destrucción de las células inmunológicas, permitiendo que el sistema de defensa permanezca fuerte. Por último en relación a la quimioterapia, durante la autofagia el grupo llamado CD linfoma citotóxico gana más fuerza para atacar a las células cancerosas”.
Tipos de ayuno
Hay muchas clasificaciones según el criterio, pero en mayor medida se diferencian según el tiempo que requieren, entre cortos, medios y largos.
El Intermittent Fasting (IF) alterna periodos sin alimentos con periodos de ingesta en tiempos concretos. Tiene muchas variantes:
Ayunar durante 16 horas consecutivas y comer a lo largo de 8 horas. Por ejemplo, la última comida del día podría ser a las 20:00 y se vuelve a comer a las 12 del mediodía del siguiente día. Asimismo puede ser con 14 o 18 horas.
De tipo reducción calórica, que consiste en comer 500 a 700 calorías dos días de la semana y seguir la dieta normal los días restantes.
Ayunar durante 24 horas una o dos veces a la semana. O directamente 48 horas seguidas.
Alternar días con reducción calórica y días de dieta normal consecutivamente.
Hacer una sola comida al día
Ante dicha variedad, el doctor Pereira afirma que “el mejor ayuno que alguien puede hacer es el que se adecua a su realidad. Si quiere hacer el de 24 horas, le recomendaría que sea un día que no tiene que hacer mucho esfuerzo físico. No recomiendo el que consiste en cenar y no comer hasta la tarde del siguiente día, porque aumenta las posibilidades de desarrollar síndrome metabólico, incluyendo resistencia a la insulina e incluso obesidad. En cambio, la mejor opción es desayunar, almorzar y saltear la cena”.
¿Quiénes lo recomiendan?
Son famosas las frases que se le atribuyen al padre de la medicina,
Hipócrates, en relación al ayuno:
“Todo el mundo tiene un doctor en sí mismo, sólo tenemos que ayudarle a trabajar. La fuerza natural para curarse dentro de cada uno de nosotros es la fuerza más grande para la sanación. Nuestra comida debería ser nuestra medicina. Nuestra medicina debería ser la comida. Pero comer cuando se está enfermo, es alimentar a la enfermedad”.
Benjamín Franklin decía:
“El mejor de todos los medicamentos es el descanso y el ayuno”.
Mark Twain también afirmaba:
“Un poco de hambre puede hacer más por el hombre enfermo que las mejores medicinas y los mejores doctores”.
Galeno indicaba el ayuno para el tratamiento y la prevención de enfermedades, también fue práctica de los grandes filósofos Aristóteles, Platón y Sócrates, y de maestros religiosos como Moisés, Buda y Mahoma.
No solo de pan vive el hombre
Aunque la lista de personajes de la historia que recomendaron el ayuno es extensa, hubo uno distinto al resto de pensadores que pasó 40 días ayunando con el objetivo de pasar un período en mayor conexión con Dios.
“Ayunar también es un remedio natural para las personas.
LUCAS 4:1-4
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto
por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre.
Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.
Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.”
Así como Jesús utilizó el ayuno como una herramienta para estar más concentrado y enfocado en la divinidad, es aconsejable para quienes estén tomando una decisión trascendental, para quienes persiguen fines espirituales o simplemente para quienes buscan incorporar rutinas saludables.
Aunque no es recomendado en niños ni mujeres embarazadas y, a pesar que las primeras veces la atención puede centrarse en la sensación de apetito, sí es de gran utilidad para la generalidad. Sin embargo, requiere tiempo y entrenamiento como todo hábito de salud.