"La Santa Sede reitera que el respeto por el Derecho Internacional y las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas, es un elemento indispensable para que los dos pueblos vivan codo con codo en dos Estados, dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas antes de 1967", afirmó la declaración del Vaticano, enviada a periodistas el miércoles 20/05.…
“La Santa Sede reitera que el respeto por el Derecho Internacional y las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas, es un elemento indispensable para que los dos pueblos vivan codo con codo en dos Estados, dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas antes de 1967“, afirmó la declaración del Vaticano, enviada a periodistas el miércoles 20/05.
El jefe negociador y secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, llamó al equivalente vaticano de un ministro de Asuntos Exteriores, el arzobispo Paul Richard Gallagher, para informar de la posibilidad de que Israel reclame unilateralmente la soberanía sobre los territorios en disputa.
No son días sencillos en Israel. Los ortodoxos intentan escalar, quizás descontando el apoyo que les concede el presidente estadounidense Donald Trump. En ese contexto suceden acontecimientos muy polémicos inclusive dentro de la propia comunidad israelí. Por ejemplo, el alcalde de Jerusalén, Moshe Lion, dijo que a los judíos reformistas no se les debería permitir rezar en el Muro de los Lamentos, una declaración que provocó consternación entre judíos.
Lion estaba hablando en la estación de radio ultra ortodoxa Kol Barama y se le preguntó su posición acerca del acceso al Muro de los Lamentos para los judíos no ortodoxos.
“No hay lugar más sagrado que el Muro de los Lamentos”, afirmó Lion.
Error: el Monte del Templo en sí y no el Muro de los Lamentos se considera el lugar más sagrado del judaísmo.
El alcalde agregó, acerca del acceso de los reformistas a orar, “no en el Muro de los Lamentos”.
Breve reseña de una tradición
El Monte del Templo, para los islámicos Explanada de las Mezquitas, es un lugar religioso de 15 hectáreas ubicado en la ciudad vieja de Jerusalén.
Los israelíes lo conocen como Monte del Templo, y los musulmanes lo llaman Noble Santuario de Jerusalén, y es el tercer lugar más santo para el islam, detrás de la Meca y Medina.
El lugar de “la piedra del sacrificio de Isaac” (la Sagrada Piedra de Abraham) fue elegido por el rey David para construir un santuario que albergara el objeto más sagrado del judaísmo, el Arca de la Alianza, hoy día con paradero desconocido.
Las obras fueron acabadas por Salomón y fue el Primer Templo, profanado y destruido por el rey medo Nabucodonosor II en el 586 a. C., tal como habían profetizado Jeremías, Joel y otros.
Años después se reconstruyó el Segundo Templo, destruido en el 70 d. C. por el general romano Tito, hijo del emperador Vespasiano, con la excepción de un sector cercano al templo, el muro occidental, conocido como Muro de las Lamentaciones, el lugar de plegaria más importante para los judíos.
Según la ortodoxia judía, los judíos reformistas no deben ingresar al Monte del Templo porque podrían violar lo que fue el Lugar Santísimo, donde sólo entraba el sumo sacerdote, y cuyo velo que lo aislaba del resto del templo, fue desgarrado aquel viernes cuando Jesús fue crucificado.
En virtud del “statu quo” vigente, los judíos no pueden acceder a la Explanada, que está bajo la custodia de Jordania pero controlado por Israel que reunifico Jerusalén desde la Guerra de los Seis Días de 1967. Sí ingresan hasta el Muro.
Hay un área de oración no ortodoxa en el extremo sur de esa plaza, donde los judíos reformistas y conservadores con frecuencia realizan servicios de oración y celebraciones religiosas.
Los movimientos de Reforma y Conservación, junto con la organización de derechos de oración Mujeres del Muro, han tratado de convertir esa área en un espacio de oración reconocido por el Estado pero los partidos sionistas religiosos ultra ortodoxos y de ‘línea dura’ forzaron el gobierno a suspender en forma indefinida cualquier acuerdo.
¿Qué queda, entonces, para los palestinos, los descendientes de Abraham y Agar, y su hijo Ismael, hermanastro de Isaac?
Presiones
El Vaticano sostuvo que “está siguiendo de cerca la situación” con la esperanza de que con la ayuda de la comunidad internacional, Israel y Palestina puedan reanudar las negociaciones pacíficas “para que la paz finalmente reine en Tierra Santa, tan querida por judíos, cristianos y musulmanes“.
No es la primera vez que Francisco mostró su respaldo a la comunidad palestina, tan vapuleada por los judíos ortodoxos, quienes ejercen una gran autoridad sobre las instituciones israelíes y la corporación militar y de inteligencia estadounidense. En 2015, el Vaticano anunció su reconocimiento oficial del estado de Palestina, que formalizó las relaciones diplomáticas entre los dos estados que datan de 1948.
Un gobierno de emergencia en Israel, necesitado de combatir contra la pandemia del covid-19, es liderado por Benjamin Netanyahu, del Partido Likud (nacionalista conservador); y Benny Gantz, del partido Azul y Blanco (moderado, de centro), a causa de que ninguno pudo conseguir para sí los votos imprescindibles en el Parlamento.
Esta Administración, de transición, sin duda, propuso una votación para la anexión de Cisjordania a realizarse a principios de julio.
El martes 19/05, la tensión se intensificó cuando el presidente palestino, Mahmoud Abbas, dijo que Palestina, en ese contexto, se consideraría libre “de todas las obligaciones basadas en estos acuerdos, incluidos los de seguridad“, con Israel y USA.
Tensión creciente
“La autoridad de ocupación israelí, a partir de hoy, tiene que asumir todas las responsabilidades y obligaciones frente a la comunidad internacional como potencia ocupante sobre el territorio del estado ocupado de Palestina“, dijo a los periodistas durante una reunión de emergencia celebrada en Ramallah para discutir Los planes israelíes.
Ramallah, en Cisjordania, es la capital administrativa de Palestina, a 15 kilómetros de Jerusalén.
Precisamente, los judíos ortodoxos promueven la anexión de partes significativas de Cisjordania (Judea y Samaria).
El secretario de Estado de USA, Mike Pompeo, dijo a los periodistas a fines de abril que la anexión es “una decisión israelí”, pero que la Administración Trump “trabajará en estrecha colaboración con ellos para compartir con ellos nuestros puntos de vista sobre esto en un entorno privado”.
Debe recordarse que la Administración Trump anunció un supuesto “acuerdo del siglo”, que propuso un compromiso entre israelíes y palestinos, y fue un fracaso por ser más beneficioso para Israel.
Después del fallido anuncio, el Vaticano reclamó la continuidad de un diálogo hacia una paz justa.
Durante una reunión ecuménica para promover la paz en el Medio Oriente en enero 2020, Francisco se refirió al “conflicto aún no resuelto entre israelíes y palestinos, con el peligro de soluciones no justas y, por lo tanto, presagiando nuevas crisis”.