La voz, deontología de la administración del don en la docencia

“Cuando el arte de enseñar se apaga, no muere. La voz de quien se da a sí mismo no es voz; el maestro no tiene voz, sino eco”.
Paráfrasis sobre una aseveración de José Ingenieros

Introducción 

Este acápite aspira a ser una aproximación ética, estética y teológica acerca de un instrumento de poder: la voz humana en tanto atributo divino, tomado en participación de quien es su dador: enunciador cuyo atributo de marras es descripto por el rey David en estos términos: 

[…]”La voz del Señor es poderosa, la voz del Señor es majestuosa. La voz del Señor rompe los cedros; sí, el Señor hace pedazos los cedros del Líbano; y como becerro hace saltar al Líbano; y al Sirión como cría de búfalo. La voz del Señor levanta llamas de fuego. La voz del Señor hace temblar el desierto; el Señor hace temblar el desierto de Cades. La voz del Señor hace parir a las ciervas y deja los bosques desnudos…” (1).

Trata acerca del cuidado de la voz –cuya implicancia conlleva la administración de una profilaxis consciente, sana, efectiva y sostenible-, tópico que configura un desafío para los diseños curriculares de la carrera docente, así como una materia pendiente en los desarrollos competenciales -en nuestros programas de estudio- en cuyos corpus encontramos un vacío en torno de la implementación de asignaturas, talleres, clínicas, etc. mediante los cuales, tanto los futuros docentes, como quienes se hallan en ejercicio de la profesión,  puedan adquirir herramientas que obren como facilitadores, a la hora de hacer un buen uso de este instrumento profesional fundamental y distintivo, para el ejercicio de la profesión, y durante las prácticas.

En este sentido, el objetivo de este artículo invita a la reflexión acerca de la importancia del cuidado de la voz en la actividad docente; intenta facilitar algunas sugerencias de praxis profesional y profesionalizante.

La idea ronda en torno de guiar hacia el conocimiento de cómo cuidarla y emplearla de manera óptima, y/o de subsanar las problemáticas y patologías instaladas merced a los hábitos perjudiciales en el desempeño, y en torno a ello, se inclina a establecer que el profesor/a es un profesional de la voz, y como tal, necesita de manera imperativa saber cuáles son los requerimientos para poseer una voz saludable, concientizando que las alteraciones de la voz no sólo repercuten en la capacidad comunicativa interpersonal, sino en el desempeño óptimo de una profesión cuya finalidad es el servicio, la edificación del otro sobre la base de la transmisión de mensajes asequibles en registro y locuacidad.

Ejemplo de ello tenemos en el Maestro quien era y aún es la personificación misma del mensaje que porta; el Evangelio: la Buena Noticia de Salvación, la Palabra Viva sobre la que reza, Hebreos 4: 12 […]” Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón…” (2)

Así, en la perspectiva de la contundencia del mensaje, su emisor se alza cual testimonio veraz e innegable en la finalidad de ser sal y de ser luz: El Sermón de la Montaña, en Mateo 5:13-15, confirma tal premisa cuando enuncia:

[…]”Ustedes son la sal de la tierra. Pero ¿para qué sirve la sal si ha perdido su sabor? ¿Pueden lograr que vuelva a ser salada? La descartarán y la pisotearán como algo que no tiene ningún valor Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse.  Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta. En cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa.  De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial”. (3)

Como es posible apreciar conforme a lo expresado, se enuncia a la voz no tan sólo como una herramienta de trabajo, con la cual podemos transmitir saberes y disertar acerca de determinados temas, sino que es el vehículo que nos permite además, comunicarnos de manera multiforme. Tal argumento nos confronta con la necesidad de ejercer una mayordomía consciente de su uso, sea por bienestar propio, como del ejercicio docente, entendiendo cómo se produce, qué praxis pudiera afectarnos y en dicho caso, qué hacer para morigerar las patologías y principalmente, para mantenerla saludable.

Consideraciones semánticas, interrogantes y estructura

En una aproximación se tratará de responder de manera sucinta a los siguientes interrogantes, como núcleo de conocimientos preliminares, el “ABC”, de un tema profunda, que presentaremos a modo de síntesis.

• ¿Qué es la voz?
• ¿Cómo se produce?
• ¿Qué órganos intervienen en el proceso de fonación? 

Voz es un sintagma que proviene del latín vox y que designa al sonido que se produce en la laringe, el cual se modifica a través de las cavidades de resonancia. (4)

En sentido amplio, la voz es un acto voluntario, en el cual interviene:

• el sistema nervioso central, 
• la audición,
• los órganos de fonación, 
• nuestra fisio-anatomía general. 

De este modo, el diagrama de los órganos de fonación involucra una vasta cantidad de áreas del cuerpo; todas y cada una de ellas están involucradas en la producción del habla. 

No es sólo la boca y la glotis, sino también los pulmones, la tráquea y los órganos nasales.

1. En la boca los articuladores: los labios, los dientes, la lengua, el paladar duro y blando.
2. Limitada por la faringe y la tráquea, y situada en la parte anterior del cuello está la laringe, responsable de la formación de la voz.
3.  La laringe presenta un esqueleto cartilaginoso, unido por articulaciones y ligamentos y un sistema muscular. 
4. En su interior están las cuerdas vocales, cuatro en total: dos falsas, dos verdaderas, las cuales necesitan estar “lubricadas con una capa delgada de mucosidad para poder vibrar eficientemente. La mejor lubricación puede lograrse tomando bastante agua“.
5.  La laringe también tiene función respiratoria, de protección, fijación, deglución, circulatoria y fonatoria  y “es de mayor tamaño en el hombre que en la mujer“. 

Una corriente de aire asciende desde los pulmones por la tráquea, llega a la laringe y hace vibrar las cuerdas vocales.

La emisión de la voz se debe a la acción coordinada del abdomen, tórax, cuello, cara y varios músculos.

 Las cuerdas vocales, en combinación con los articuladores, pueden producir grandes rangos de sonidos. 

 Así, la aflora otra definición ajustada de la voz: “[…] ondas sonoras reproducidas en la laringe por la salida del aire (espiración) que, al atravesar las cuerdas vocales, las hace vibrar.” (5)

Asimismo, la voz “se define en cuanto a su tono, calidad e intensidad o fuerza.” 

Tono, colocación, timbre

El tono óptimo o más adecuado para el habla, al igual que su rango de variación, depende de cada individuo y está determinado por la longitud y masa de las cuerdas vocales. Esta combinación determina la frecuencia con que vibran las cuerdas vocales: a mayor frecuencia, más alto es el tono. Cuanto más tensas y cortas, más agudo suenan. 

El tono depende del número de vibraciones que ocurren en una unidad de tiempo determinada. El tono y la intensidad son las cualidades que nos van a permitir las inflexiones o modulaciones de la voz. 

En la colocación de la voz interviene otra característica y cualidad de la misma, el timbre.

Debido a la forma, dimensiones y proporciones de los resonadores vocales cada voz humana tiene su timbre propio. Si la voz está colocada y los resonadores funcionan de forma adecuada se produce el timbre natural, que es el propio y original de cada persona. El timbre natural puede ser opaco o brillante. Por descolocación de la voz se producen los timbres característicos o de caracterización que puede ser defecto o efectos de actuación. (6)

Volumen

El volumen o intensidad de la voz depende directamente de la cantidad de aire que espiremos en la emisión.

 Se distinguen tres tipos de volúmenes:

1. murmullo, 
2. volumen medio, 
3. plena voz. 

Proceso de fonación

El proceso de fonación está compuesto por:

1.  la respiración, 
2. la emisión de la voz,
3.  la colocación de la voz, 
4. la dicción,  
5. la narrativa-expresión. 
6. la redacción expresión en este proceso es muy importante, ya que para poder expresarnos correctamente es necesario que nuestra redacción también sea correcta.

Definición subjetiva

Al analizar las variables descriptas en el presente estudio surge la posibilidad de esbozar un concepto integrador; la subjetividad en él es producto de la comprensión del alcance de este valioso instrumento, a saber:

 “La voz es un instrumento muy especial; ya que se gesta en nuestro interior y todo cuanto nos suceda le va a afectar.”  Ella refleja todo lo que nos pasa en cada momento y está íntimamente relacionada con el estado físico, mental y emocional del ser humano. Ella es el medio de comunicación más completo, bello e interesante que se posee sin menester de gastar en ello para utilizarla y disfrutarla. O, dicho de otra manera: es un medio privilegiado que identifica el comportamiento humano mediante la comunicación verbal. Es transmisora de emoción, de racionalidad, de presión, de urgencia, de inmediatez, de calma, de solaz, de libertad y de completud”. NC (7)

Optimización de uso, prevención ante el abuso

Para un buen manejo y uso de la voz en la enseñanza deben tomarse en cuenta:

• las características y cualidades de la voz: tono, timbre, ritmo y volumen. 
• la fusión de los sistemas respiratorio, fonador y resonador que producen la voz 

Factores que provocan alteraciones de la voz

Entre los  factores que dañan la voz se hallan:

• el tabaquismo, 
• el alcoholismo, 
• la ingestión excesiva de café o bebida cola gasificada, pues provocan irritación de las cuerdas vocales.

También alteran las condiciones vocales los accidentes y otras circunstancias pueden producir trastornos del habla. Sin embargo, nuestras negligencias, descuidos e ignorancia en torno de la profilaxis de uso y administración del sistema fonatorio afectan directa e indirectamente nuestro organismo y nos llevan a hacer uso incorrecto de la voz o a descuidarla.

Afonía y disfonía

La afonía es la alteración máxima de la disfonía.

La disfonía es la alteración en cualquiera de las cualidades de la voz: tono, timbre e intensidad.

Hay descriptos dos tipos de disfonías:

•  funcionales
•  orgánicas.

 La primera aparece cuando la causa del trastorno se debe a sobreesfuerzos vocales, causas psicógenas, técnica errática de la voz, fatiga, entre otras. 

Las orgánicas son causadas por lesiones dentro de la laringe, como pólipos y quistes, nódulos en las cuerdas vocales, parálisis de las cuerdas vocales, laringitis aguda, reflujo gastroesofágico, etc.

La praxis

“[…] Cuando estamos impartiendo las clases tendemos a elevar el tono de la voz más de lo requerido y llegamos casi al grito, lo que fuerza las cuerdas vocales y causa su irritación […]”. 

En ocasiones, también,  se habla muy rápido y esto afecta la función respiratoria provocando resequedad cordal (no se traga la saliva necesaria. […]”

En ocasiones, los profesores que enseñan idiomas o imparten conferencias no tienen una planificación correcta de los turnos de clases. 

Por las características de la asignatura tienen que repetir muchas veces o hacer largos parlamentos.

A ello se le añaden las condiciones de las aulas con polvo acumulado, a veces son espacios demasiado grandes sin corrección acústica ni mobiliario apropiado, y la cantidad de estudiantes excede a los 20, lo cual trae como consecuencia un mayor esfuerzo para ser escuchados. 

Sabemos, por la experiencia personal, que no siempre se pueden utilizar los medios y recursos didácticos tecnológicos –sean éstos analógicos o digitales- como las grabadoras, computadoras, proyectores, etc.  sea porque no están disponibles en el momento de la planificación o por rotura y hasta por carencia de dispositivos que los complementen. La resultante de ello es mal uso y abuso de la voz, y consecuentemente, conlleva a sufrir afectaciones graves si no se logra mejorar su proyección de manera correcta. 

Según Gañet y colaboradores, los principales factores ambientales que intervienen en las alteraciones de la voz de los docentes se refieren al grado de humedad, al ruido ambiente, características del local y nivel del polvo.

El estrés también puede provocar alteraciones en la voz. Los profesores están sometidos a un estrés profesional considerable, ya que el éxito o fracaso en la transmisión de la información, valores y experiencias, hace que resulte la eficacia del proceso docente-educativo; la propia manera de hacer se traduce a menudo, en niveles elevados de estrés, ansiedad y depresión que pueden provocar licencias por enfermedad más o menos prolongadas.

El estrés produce alteraciones como irritabilidad, trastornos del sueño, trastornos digestivos, dificultad respiratoria, rigidez muscular, entre otras, las cuales pueden afectar sistemas o funciones que están relacionadas con la voz; “y de hecho el estrés se traduce en tartamudeo, imprecisión al hablar, voz entrecortada, hablar rápido, etcétera“. 

 Según la OIT (Organización Internacional del Trabajo)” […] la tensión generada por la propia tarea y la multiplicidad de funciones que impartir una clase implica, influye en la utilización de la voz. La tarea docente exige un gran rendimiento físico y psíquico de tal forma que cualquier situación que merme dicha capacidad, conllevará un mayor esfuerzo vocal para compensarla”. 

Cambiando el paradigma: de la patología a la prevención

La comunicación con los estudiantes en el aula y fuera de ella mediante la voz es nuestro principal instrumento de trabajo. “Somos en la medida que nos comunicamos.” (9)

Sugerencias

• Llevar agua al aula, beber a menudo y tragar lentamente. 
•  Evitar hablar por encima del ruido ambiental provocado por los sonidos de los carros, la música con volumen alto, etcétera. 
•  Hablar siempre de frente al estudiante a quien/es se dirige. 
•  Reducir el ruido de fondo en el entorno de la clase. 
•  Esperar que los estudiantes estén en silencio para comenzar la clase.
•  Utilizar un micrófono para hablar en público. 
•  Controlar el estrés emocional que pueda afectar la voz. 
•  Evitar apretar los dientes durante la fonación. 
•  Respirar adecuadamente cuando hable. 
•  Mantener posturas adecuadas. 
• Utilizar el tono óptimo, ni muy agudo ni muy grave. 
•  En las clases, cuando esté hablando hacer pausas frecuentes en los límites naturales de la frase. 
• Borrar la pizarra de manera vertical, es decir. de arriba hacia abajo. 
•  Alejarse del polvo de la tiza cuando borre la pizarra. (10)

 Sugerencias generales 

•  Evitar carraspear y toser con frecuencia. 
•  Mantener un estilo de vida y un ambiente saludables. 
•  Ser sensible a los primeros síntomas de fatiga vocal como el dolor de garganta, sequedad, carraspera, ronquera, ardor, etcétera. 
•  Si fuma, dejar de hacerlo o tratar de no hacerlo. 
•  Si ingiere bebidas alcohólicas, hacerlo solo en días festivos y con moderación.
•  Tener una dieta balanceada. 
•  Dormir unas 8 horas diarias. 
•  Hacer reposo de voz, después de haber hablado de manera prolongada. 
•  Evitar hablar mientras haga un esfuerzo físico significativo. 
•  Aprender a respirar. La espiración es simultánea con la emisión. 
•  Evitar gritar habitualmente. 

Dichas sugerencias ayudarán a mantener una voz clara, agradable y melodiosa la cual le permitirán no solo una comunicación efectiva sino también una apropiada higiene vocal. 

Conclusiones

Cuando es verdadera, cuando nace de la necesidad de decir, a la voz humana no hay quien la pare. Si le niegan la boca, ella habla por las manos, o por los ojos, o por los poros, o por donde sea. Porque todos, toditos, tenemos algo que decir a los demás, alguna cosa que merece ser por los demás celebrada o perdonada”. (11)

Las Escrituras hablan acerca de la voz que crea cuando en la génesis de la Tierra, la voz de Dios dice –¡Sea!. Describen la voz que poderosa redarguye vientos y mares, cuando dice –¡Calla, enmudece!. Evocan la voz del Dios que ora, cuando dice –Padre nuestro; dibujan la voz que calla, cuando dice El Maestro –Ni yo te acuso; refresca al cansado cuando dice –A los sedientos, venid a las aguas; y gime desde el madero cuanto reza: –Perdónalos.

Colofón 

Sean nuestras voces su voz, nuestro canto el regocijo del silencio; nuestro mensaje, aquél que susurre el Espíritu, el sonido que deja la huella al hendir las arenas del alma y el oasis que fluye a eternidad saciando la sed del prójimo.

Sea, la voz del que cree.

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(1). Salmos 29:4-9.

(2). Hebreos 4:12.

(3). Mateos 5:13-15.

(4). Real Academia Española .

(5) Gómez Rodríguez A. La voz y su utilización en el ámbito profesional [Internet]; 2007 [citado 2013 Feb 2].

(6). Revista Habanera de Ciencias Médicas 2013;12(Supl):74-81.

(7). Nota de la autora.

(8). Revista Habanera de Ciencias Médicas 2013;12(Supl):74-81

(9). Somos lo que comunicamos.

(10). Revista Habanera de Ciencias Médicas 2013;12(Supl):74-81

(11). Eduardo Galeano.