"No ruego solo por estos. Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos,para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado."Juan 17:20 y 21…
“No ruego solo por estos. Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos,
para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.”
Juan 17:20 y 21
Jesús en el Huerto del Getsemaní, en los minutos previos a su arresto ilegal rumbo a la tortura y la crucifixión. Jesús orando por lo que él intuye que ocurrirá, y que pondrá a prueba total su relación con su Padre y consigo mismo, porque son uno, ruega por sus discípulos -de los cuales uno ya lo había traicionado y venía a entregarlo-, y por tú y por mi hoy, en 2020.
La tragedia asoma, faltan apenas unos instantes, y es importante identificar dónde están los intereses y las preferencias de Jesús en ese momento dramático, en el que el Cielo está pendiente de lo que ocurrirá.
Jesús pide por quienes habían sido capacitados por él para misionar, y por quienes creerían a través de ellos. Nosotros. Y lo que demanda es que todos sean uno porque si eso ocurriese, el mundo creería que Jesús había sido enviado por el Padre.
Era la clave de todo. Porque si eso ocurriese, el sacrificio sería victorioso.
Entonces, la unidad es un pilar del cristianismo, según Jesús.
Y la conclusión es dramática aquí y ahora: para que la gente crea que Jesús es el Hijo de Dios, es condición imprescindible la unidad. Sin unidad, no hay poder ni en la misión ni en el testimonio.
Por lo tanto, la pregunta es: ¿En qué consiste esa unidad?
Preguntas
Resulta llamativo que Jesús clama por la unidad pero existen tantas iglesias cristianas diferentes.
Todas ellas reivindican a Dios, a Jesús, afirman que tienen el Espíritu Santo y que la Biblia es motivo de lectura y meditación… pero sus creyentes se encuentran dispersos, a veces enfrascados en debates inútiles y frustrantes. Por cierto que esto termina hablando mal de Dios, según quienes no le conocen.
- ¿Será que Jesús demandó un imposible?
- ¿Es posible que la unidad sólo resulte una declamación?
- ¿Cómo pensar en la unidad con tantas iglesias cristianas diferentes?
- ¿Es posible pensar en una unidad con tanta interpretación individual del significado de Jesús?
- ¿Por qué hay tantas iglesias si hay un único Cristo?
- ¿Qué es lo que esta fallando?
El Padre
Sin embargo, la razón por la cual hay tantas iglesias diferentes no es consecuencia de una interpretación distinta de la Biblia entre unos y otros.
“Ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que me has dado, porque son tuyos.
Todo lo que yo tengo es tuyo, y todo lo que tú tienes es mío; y por medio de ellos he sido glorificado.
Ya no voy a estar por más tiempo en el mundo, pero ellos están todavía en el mundo, y yo vuelvo a ti.
Padre santo, protégelos con el poder de tu nombre, el nombre que me diste, para que sean uno, lo mismo que nosotros.”
Juan 17:9-11
Jesús afirma que ha sido glorificado por medio de sus discípulos.
Y minutos después volverá sobre el tema:
“Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno:
yo en ellos y tú en mí. Permite que alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí.
Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy. Que vean mi gloria, la gloria que me has dado porque me amaste desde antes de la creación del mundo.”
Juan 17: 22-24
- ¿De qué gloria está hablando?
- ¿En qué consiste la gloria de Dios?
- ¿Cuán fue la gloria que Dios Padre le dió a Jesús para que revelara a sus discípulos?
- ¿En qué consiste la gloria de Dios que reflejó Jesús?
¿La gloria es un resplandor? Falso. Jesús sólo resplandeció en el Monte de la Transfiguración, y sólo había tres discípulos presentes: Pedro, Juan y Santiago.
Durante todo su ministerio Jesús estuvo junto a sus discípulos como un humilde maestro, de profesión carpintero. O un sencillo carpintero que, además, era un maestro.
Pero resulta que la modestia de Jesús no le impedía reflejar la gloria del Padre.
¿En qué consistía esa gloria?
La gloria del Padre es el carácter de Dios.
Jesús le transmitía a sus discípulos cuál era el carácter de Dios.
En verdad, la misión principal de Jesús fue demostrar quién es Dios. Ese era el fundamento de su gloria.
Y Jesús dice que cuando conozcamos a Dios a través de Jesús, seremos uno como Él y su Padre son uno, y veremos la gloria del Padre. Esa es la Gran Promesa. El resto es por añadidura.
Esto quiere decir que si no somos uno es porque no hemos conocido a Dios a través de Jesús. Lo hemos conocido por personas y/o circunstancias pero no a través de Jesús.
Porque si conociéramos a Dios a través de Jesús, seríamos uno.
La experiencia que falta
El Padre está en Jesús y Jesús está en nosotros, ¿cómo es que ocurre todo esto? Bueno, de eso se trata el Espíritu Santo.
Jesús estaba lleno del Espíritu Santo y entonces pudo mostrar a los discípulos quién era el Padre.
Los discípulos no lo comprendieron durante mucho tiempo hasta que ellos también fueron llenos del Espíritu Santo, y entonces fueron uno.
La gloria del Padre consiste en mostrarnos en que Él nos ama en forma incondicional. Ese fue el testimonio de Jesús.
La redención consistió en que el Padre entregó a su Hijo Único para darle una oportunidad a los humanos pecadores, y lo hizo por amor.
Vamos de vuelta:
“Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy. Que vean mi gloria, la gloria que me has dado porque me amaste desde antes de la creación del mundo.
Padre justo, aunque el mundo no te conoce, yo sí te conozco, y estos reconocen que tú me enviaste.
Yo les he dado a conocer quién eres, y seguiré haciéndolo, para que el amor con que me has amado esté en ellos, y yo mismo esté en ellos.”
Juan 17:24-26
Jesús enseñaba a sus discípulos que el Padre lo amó desde el principio. En un efecto transitivo, los discípulos entenderían que el Padre también los ama porque ama a Jesús que los ama a ellos.
Jesús necesitaba que los discípulos entendieron que el Padre lo amaba para que así pudiesen comprender cómo el Padre nos ama.
La esencia de la unidad es el amor de Dios por nosotros, que se revela a través de Jesús.
Y mientras no descubramos a ese Dios de amor, no habrá unidad.
Jesús colgado del madero les enseña a los discípulos la gloria de Dios.´
“—Padre —dijo Jesús—, perdónalos, porque no saben lo que hacen.
Mientras tanto, echaban suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús.”
Lucas 23:34
La gloria del Padre consistía en que el amor de Dios puede ir hasta lo más profundo del pecador, y olvidar su pecado.
La gloria del Padre consiste en que el perdón de Dios puede alcanzar a cualquier pecador que acepte el poder del sacrificio de Jesús.
Por lo tanto es el amor de Dios lo único que puede unir a sus hijos.
Pero para conocer el amor de Dios cada uno de ellos debe tener una experiencia con Jesús.
Entonces la respuesta es sencilla: el cristianismo está tan desunido porque quienes se dicen cristianos no conocen la gloria del Padre, y eso les sucede porque aún no han logrado tener una experiencia con Jesús.
Politeísmo
El cristianismo ha construído una idea equivocada de Dios.
El cristianismo ha transmitido la imagen de un Dios exigente y severo, y Jesús intercediendo por nosotros ante ese Dios enojado con nosotros.
Entonces los cristianos construyen un politeísmo. Es una religión de dos dioses distintos, cuando Jesús enseñó que la unidad era permanente y que Él y el Padre eran lo mismo.
Hasta que no conectemos a Dios con Jesús no podremos comprender el Evangelio de la Biblia.
Es la revelación del Padre a traves de Jesús lo que provoca la diferencia en la vida de cada uno.
Cuando una persona comprende cuánto le aman Dios y Jesús, que son uno, puedo comenzar a amar a su prójimo.
Y el resultado es la unidad entre ellos, los que han comprendido el amor de Dios y Jesús.
El apóstol Pablo lo comprendió y lo enseñó con claridad:
“Por eso yo, que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que vivan de una manera digna del llamamiento que han recibido, siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor.
Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz.
Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fueron llamados a una sola esperanza;
un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo;
un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos y por medio de todos y en todos.”
Efesios 4: 1 al 6.
Pablo dice que si queremos estar unidos, debemos amarnos porque es la única garantía de recibir el Espíritu Santo, que nos permitirá conocer la gloria del Padre.
Pero si creo que el Padre es malo y el Hijo es bueno, resulta que estoy creyendo que ellos no son uno, la unidad es imposible, y eso se refleja en la vida propia porque no se puede recibir el Espíritu.
No se trata de conocer a un Jesús doctrinal ni un Jesús filósofo sino de tener una experiencia personal con Jesús.
Entonces, cuando siento que Jesús me perdona o Jesús me ama, comprendo que es el Padre que me ama.
¿Qué pasa en las congregaciones cuando falta el Espíritu que viene por el conocimiento de Jesús?
Los líderes crean herramientas de cohesión que den la sensación de unidad en las formas ya que se crece de la unidad de fondo.
Cuando falta unidad se inventa
- la centralización jerárquica, los consejos y las juntas donde se sientan los poderosos de la grey, los que manejan los secretos y practican la intermediación de Dios cuando el único intermediario es Jesús, que habita a través del Espíritu en el corazón de todos los creyentes;
- manuales de comportamiento, credo y rituales. Porque no está el Espíritu Santo hay que diseñar normas, reglamentos, letra chica, que ordene a la gente qué debe hacer, qué debe decir y en qué actividades participar
No está bueno establecer requisitos. La disyuntiva es sencilla: hacer todo para la gloria de Dios o no hacer todo para la gloria de Dios.
¿Quién dijo que una corbata es señal de respeto o adoración?
¿Quién dijo que ser vegetariano es señal de fe?
¿Quién dijo que usar o no joyas es señal de devoción?
Lo importante es hacerlo todo para honrar a Dios.
La centralización jerárquica y el credo doctrinal no da unidad sino uniformidad, en el mejor de los casos.
Tampoco concede identidad, porque un cristiano se identifica con el Cristo.
Dios nunca quiso autómatas sino que sigue aferrado al riesgo que provoca el libre albedrío del pecador. Dios no cambia su preferencia ya ya demostró que paga todas las consecuencias.
Dios se deleita en la elección voluntaria de quien está dispuesto a reflejar la gloria del Padre.
Ese es el verdadero ecumenismo. No es el de la posible coincidencia entre dignatarios, ‘los elegidos‘. El verdadero ecumenismo es el que el Espíritu hace en de cristianos sinceros con Jesús y con el Padre, y entonces el Espíritu conducirá a la unidad entre todos.
Muchas Iglesias
“—Maestro —dijo Juan—, vimos a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo impedimos porque no es de los nuestros.
—No se lo impidan —replicó Jesús—. Nadie que haga un milagro en mi nombre puede a la vez hablar mal de mí.
El que no está contra nosotros está a favor de nosotros.
Les aseguro que cualquiera que les dé un vaso de agua en mi nombre por ser ustedes de Cristo no perderá su recompensa.”
Marcos 9:38 a 41
Los discípulos creían que quienes no estaban en su grupo, estaban errados.
Pero Jesús pensaba distinto.
Los discípulos estaban orgullos de ser la iglesia verdadera, y Jesús les enseñó que la iglesia verdadera se construye con los cristianos sinceros, no importan dónde se encuentren adorando.
La gloria del Padre trasciende las instituciones porque la salvación está en Cristo, y no en las iglesias.
El Espíritu Santo construye la verdadera iglesia, que integran todos los cristianos sinceros entre miles de iglesias cristianas en las que también hay falsos cristianos.
Esto está ocurriendo hoy porque Jesús necesita revelarse en todas las personas sinceras dispuestas a conocer la gloria del Padre y que permitan que el Espíritu los lleve a toda verdad.
¿Es riesgoso? Por supuesto que es riesgoso pero el libre albedrío siempre es un riesgo que Dios Padre está dispuesto a correr.
“Pero, cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá solo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir.
Él me glorificará porque tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes.
Todo cuanto tiene el Padre es mío. Por eso les dije que el Espíritu tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes.”
Juan 16:13-15
¿Creemos en esto o no creemos en esto? Debemos decidir.
“¡En esto consiste la perseverancia de los santos, los cuales obedecen los mandamientos de Dios y se mantienen fieles a Jesús!“
Apocalipsos 14:12
¿Quiénes se mantienen fieles a Jesús? Los que obedecen los mandamientos de Dios.
Todos los cristianos afirman creer en Dios y aceptan los mandamientos.
Aquí surge una diferencia interesante: los mandamientos son 10 pero el listado de algunos es diferente al de otros. Y entonces aparece otra vez la disyuntiva acerca de la unidad y los límites.
Sin embargo, ¿permitirán que esa diferencia impida la unidad? No. Es un desafío para los creyentes sinceros, para que busquen la revelación a través de la oración, y confiar en que el Espíritu los conducirá hacia la unidad. En esa y en cualquier otra diferencia que tengan.
Y cuando esto suceda, nadie necesita cambiar de iglesia porque ya son parte del pueblo de Dios. Cada uno podrá adorar al Dios verdadero en su propia iglesia porque no los unen instituciones sino el Evangelio.