La epopeya de Casiodoro
"En 1233, el rey Jaime I de Aragón decretó que nadie debía tener en su casa, ni leer el Antiguo o el Nuevo Testamento en la forma popular o vernácula, podían hacerlo en latín o griego", recordó Claudio J. Castelli en 'Reflexión Bautista'. Él agregó: "Esta prohibición se prolongó a lo largo de los años…