A pesar de la pandemia el ejercicio físico debe ser una prioridad según afirma el doctor especialista en Salud Pública y Estilo de Vida. Desde los organismos más pequeños hasta los animales más grandes y la vegetación se mantienen en continuo movimiento. Consiguen su alimento, buscan en sol, se transforman, crecen y se detienen sólo…
A pesar de la pandemia el ejercicio físico debe ser una prioridad según afirma el doctor especialista en Salud Pública y Estilo de Vida.
Desde los organismos más pequeños hasta los animales más grandes y la vegetación se mantienen en continuo movimiento. Consiguen su alimento, buscan en sol, se transforman, crecen y se detienen sólo cuando su naturaleza se los exige.
Pero los seres humanos han diseñado y construido maquinarias que los reemplazan en estas actividades, dando como resultado vidas sedentarias, enfermedades y la búsqueda insatisfecha del bienestar.
¿Cómo volver a cubrir las necesidades más básicas del cuerpo humano?
¿Qué rol cumple el ejercicio físico dentro del ecosistema de la salud?
Un derecho clave para el estilo de vida
El deporte es un derecho fundamental ya que históricamente cumplió una función social vital en las civilizaciones. Paralelamente, el ejercicio físico sin fines competitivos es un requisito primordial de todos los seres vivos.
– ¿Por qué hablar del estilo de vida?
El ser humano, al parecer por ser más inteligente que los animales, ha logrado que el trabajo de conseguir su propia comida lo realicen otras personas o las máquinas. Pero esto se ha convertido en un gran problema y por eso desde el estilo de vida se habla de generar acciones positivas que se vuelvan hábitos.
– ¿Qué relación tiene el ejercicio físico con la longevidad?
Es muy triste ver la discapacidad en adultos mayores por atrofia muscular, que denominamos Sarcopenia. Pero hacer gimnasia permite gozar de independencia de movimiento hasta la vejez como los dos casos famosos que son los pastores en Cerdeña, Italia, o los pescadores de Okinawa que siempre trabajaron con su cuerpo y eso les devolvió longevidad y calidad de vida óptima incluso hasta los 90 años.
En 2013 la American Journal of Preventive Medicine publicó una investigación reveladora que puso en números el impacto de la actividad física en la longevidad. Algunos resultados fueron:
- En los hombres puede aumentar 2.6 horas de vida por cada hora de actividad física moderada y 5 horas de vida por cada hora de actividad física intensa.
- En las mujeres fue aún más marcado porque por cada hora de actividad moderada ganaban 5 horas de vida y por cada hora de actividad intensa ganaban 11 horas de vida.
No hay salud mental sin movimiento
– ¿Cuál crees que es la relación del ejercicio con la salud mental?
No hay salud mental sin movimiento. Debería ser la prioridad para tratar a los pacientes con depresión, ansiedad o estrés antes de la prescripción de medicamentos, y así se está procediendo cada vez más en las clínicas. Cuando alguien se entrena, circula la sangre que bombea a los músculos y se genera una cascada de hormonas que lleva a un mejor estado de relajación.
Bajo una cosmovisión bíblica del origen del mundo y del ser humano, el doctor Aragón explica que el plan original era que el hombre respetara el principio de labrar la tierra en el Edén para obtener los alimentos y gozar de una dieta variada. Desde aquel origen las personas llevan la necesidad intrínseca de trabajar por su propia comida y de allí el llamado a plantar huertos propios y reforestar el planeta.
– ¿Cuán cierto es que aunque no se haya practicado deporte a lo largo de la vida es igualmente beneficioso si se inicia el hábito en la adultez?
Por un lado, la actividad física trae beneficios a largo plazo y eso coloca en ventaja a un sujeto activo sobre alguien que ha sido sedentario durante su vida. Pero además está demostrado que aunque nunca se haya realizado, si se inicia en la adultez se recibe casi la misma cantidad de beneficios que aquellos que sí hicieron. Se trata de una reducción del 40% de mortalidad por enfermedades cardíacas y del 15% por cáncer. Definitivamente nunca es tarde para iniciar.
A pesar de la pandemia el ejercicio físico debe ser una prioridad
El Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz del 2020 se ve teñido por la obligatoriedad del aislamiento a causa del COVID-19.
No obstante, desde las Naciones Unidas afirman que “incluso desde el confinamiento en nuestros hogares, podemos unirnos y compartir formas creativas para mejorar nuestra salud y bienestar a través del deporte y la actividad física”.
– ¿Cómo afrontar la pandemia sin perder el hábito de entrenar?
A pesar de la pandemia el ejercicio físico debe ser una prioridad. Frecuentemente veo en mis pacientes que negocian el tiempo del sueño y de gimnasia, pero hoy en día prácticamente no hay excusas por la cantidad de opciones disponibles en internet que solo requieren 15-20 minutos y apenas un metro cuadrado.
El confinamiento prologado ha dejado en evidencia la exigencia del cuerpo por romper el sedentarismo. En respuesta, se está desarrollando una campaña para estimular el ejercicio en el espacio que tengan disponible, usando los objetos de formas creativas.
– ¿Es la cuarentena un buen momento para iniciar el hábito?
Cualquier momento es un buen momento. En esta situación de crisis hemos visto que ni el espacio, ni el equipo, ni la membresía a un gimnasio son restricciones. Porque lo que está en juego son capacidades funcionales de agacharse, levantar objetos, acostarse. Pero sobre todo de estar cómodo dentro del propio cuerpo y la propia piel. Pero también resalto que es la situación ideal para iniciar un huerto y plantar verduras, especias, hierbas aromáticas o árboles frutales.
– ¿Cuál es la relación entre la actividad física y el sistema inmunológico?
El sistema inmunológico son células y tejidos que trabajan unidos para proteger al cuerpo de cualquier ataque de agentes foráneos. Al mismo tiempo, al entrenar se reduce la presión arterial, se regula el metabolismo, se fortalecen los huesos y la insulina es adecuadamente absorbida. Y son todos esos procesos los que también nos protegen de enfermedades. Incluso hay evidencia de cómo mejora y hasta revierte diabetes, presión alta, entre otras enfermedades cardiovasculares.
“Debemos ser conscientes de que el ejercicio es la respuesta y la mejor pastilla ante la enfermedad”.