¿De qué se trata la endometriosis, llamada la “enfermedad invisible”? Endometriosis la “enfermedad invisible” La sufre el 10% de la población femenina mundial, comparable a la cantidad de personas que padecen diabetes aunque con menos concientización al respecto. Se trata de una enfermedad crónica en la que el endometrio, que es lo que recubre el…
¿De qué se trata la endometriosis, llamada la “enfermedad invisible”?
Endometriosis la “enfermedad invisible”
La sufre el 10% de la población femenina mundial, comparable a la cantidad de personas que padecen diabetes aunque con menos concientización al respecto. Se trata de una enfermedad crónica en la que el endometrio, que es lo que recubre el interior de útero, crece en lugares atípicos.
Este tejido puede aparecer en o debajo de los ovarios, en las trompas de Falopio, detrás del útero, en intestinos o vejiga. Lo particular es que también se desarrolla en función a las hormonas y evoluciona de forma cíclica provocando el sangrado menstrual, lo que produce dolor punzante y agudo mientras o por fuera del periodo.
A pesar de ser una dolencia padecida por una de cada diez mujeres, gran parte de ellas no lo sabe ya que crecen pensando que el dolor limitante y el sangrado excesivo son normales, hasta que se torna restrictivo o presentan dificultades de fertilidad. Concretamente en Argentina hay casi un millón de pacientes, la mayoría de entre 15 y 50 años.
Para estas mujeres, sobrellevar la endometriosis se ve agravada porque un diagnóstico certero se da en promedio siete años después de la aparición de los primeros signos, transcurso durante el que además es posible que se desarrollen quistes en ovarios u otros órganos. Para establecerlo con seguridad se realiza una ecografía transvaginal, una resonancia magnética o tomografía y un procedimiento de laparoscopia pélvica.
Además, un aspecto que resaltan las pacientes es que muchas veces su condición puede empeorar de acuerdo al contexto social y a la atención médica recibida. Frecuentemente advierten que han pasado años escuchando que su dolor es psicológico o que deben tratarlo exclusivamente con psicoterapia. Sin duda esta última aporta su parte en el control del malestar, pero con el correr de los años los profesionales han entendido que la endometriosis, la “enfermedad invisible” es una dolencia real con dolores intensos existentes y con un correlato físico medible.
Visibilizar el problema
El mes pasado un juzgado de Barcelona otorgó la incapacidad permanente y una pensión mensual a una mujer de 38 años a causa de la endometriosis*. Esto demuestra que en España la concientización ha avanzado a pasos agigantados en relación a la situación latinoamericana, dónde aún es necesario formar a los profesionales y a la sociedad general sobre las limitaciones que suscita la dolencia.
No obstante, aquel caso se trataba de una complejidad severa ya que la condición alcanza tres niveles: peritoneal superficial, ovárico o profundo. Si bien en todos los casos se observó un correlato hereditario, no se pudo establecer con certeza la causa originaria.
Hasta el momento, una hipótesis que ganó aceptación en el ámbito médico es la que indica que la causante es una menstruación retrógrada hacia las trompas de Falopio por la que las células endometriales regresan a la pelvis, se fijan y multiplican allí. Pero todavía no pudo concluirse que sea así, ni que sea la única razón.
Por otro lado sí se conoce que está ligada a alteraciones en el sistema inmunológico ya que sería el responsable de impedir que el tejido endometrial ectópico se mantenga y reproduzca.
El rango etario en el que suele diagnosticarse oscila entre los 30 y 40 años, pero puede aparecer en cualquier mujer que menstrúa. Los factores de riesgos son:
- Ser hija o hermana de otra mujer con endometriosis
- La menarca fue antes de los 11 años
- Tener ciclos mensuales cortos de menos de 27 días
- Los periodos son intensos y duran más de más de 7 días
Sin embargo, estos factores disminuyen su inferencia cuando la persona ya tuvo un embarazo, comenzó a menstruar de modo tardío, hace ejercicio regularmente, se alimenta de forma saludable y mantiene un peso corporal adecuado.
Síntomas frecuentes
- Dismenorrea y calambres durante la regla que empeoran con el tiempo
- Infertilidad
- Dolor durante o después de las relaciones sexuales
- Malestares gastrointestinales y dolor en los intestinos
- Períodos con flujo intenso
- Manchas o sangrado por fuera del período
- Fatiga anormal
Lograr una buena calidad de vida
La endometriosis está comúnmente asociada a la dificultad para conseguir el embarazo y se debe a que sólo en Argentina es la causa de entre el 30 y el 50% de los casos de infertilidad. Sin embargo, los profesionales rescatan que la mayoría logra concebir naturalmente. La incidencia máxima se observa entre los 30 y los 45 años de edad.
Otro aspecto que se ve afectado en gran manera es la calidad de vida de las pacientes. Al respecto el Director de Investigación de la Sociedad Argentina de Endometriosis (SAE) afirmó que “la enfermedad, además de los perjuicios personales que le causa a quien la padece, conlleva costos ocultos inherentes al ausentismo escolar, universitario y laboral”, cita incorporada en un proyecto de Ley de Endometriosis que obtuvo media sanción en Diputados el año pasado.
En consecuencia, también repercute particularmente sobre la relación de pareja, desde las restricciones sobre las tareas que puede realizar la mujer en un día hasta inconvenientes del desarrollo sexual.
Según la organización Endometriosis UK algunos de los problemas a nivel sexual son: dispareunia, que es dolor durante el sexo, sangrado durante o después del acto, fatiga, reducción del deseo sexual a causa de las medicaciones, malhumor, estrés por intentar quedar embarazada, perdida de la confianza corporal y del deseo.
Con todo, y pese a que no tiene cura, sí hay disponibilidad de modalidades para apaciguar los síntomas. Por un lado en los casos severos existe la posibilidad la cirugía laparoscópica o en otros casos más leves el tratamiento hormonal con anticonceptivos y analgésico para aliviar el dolor es suficiente.