La Iglesia Ortodoxa Rusa en expansión en África

El cristianismo institucional no se parece en nada al cristianismo practicante, testimonial y cristocéntrico. El cristianismo institucional acumula distorsiones, perversiones y degeneraciones. Siempre fue así. Por ese motivo el Imperio Romano de Oriente pudo incorporarlo como ‘religión de Estado‘. Es muy interesante, en ese contexto de cristianismo institucional participando del poder fáctico lo que cuenta el siguiente texto publicado por la revista Foreign Policy, de USA: la utilización de la Iglesia Ortodoxa Rusa por el gobierno de Vladimir Putin para construir ‘Poder Blando’ en África. Hace tiempo los estadounidenses y sus aliados de Europa Occidental se cuestionan la pérdida de influencia en África pero han cometido desastres durante décadas. El caso más reciente: Libia como Estado fallido es una consecuencia de la invasión de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).

En el siglo 21, China fue quien redescubrió África y desplazó a Occidente en forma bastante veloz, en base a financiación para obra pública. Occidente se limitó a cuestionar los supuestos costos financieros elevados de la asistencia crediticia destinada a infraestructura pero nada aportó en sustitución. El ingreso de Rusia a África es posterior a China, y comenzó de una manera polémica: sustituyendo al Reino Unido en el tráfico de armas y soldados mercenarios para participar de guerras tribales / civiles. Luego, hubo un giro institucional a partir de la integración de Sudáfrica a la alianza BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

Ahora, Vladimir Putin utiliza, según la nota que firma Charles A. Ray, a la Iglesia Ortodoxa Rusa para ganar influencia en África. Sin embargo, el cristianismo institucional no puede acusar al islamismo institucional o al hinduismo institucional o al judaísmo institucional o al catolicismo ortodoxo ruso de aprovecharse de la Fe para obtener réditos no espirituales. Es otra cara de la misma moneda. El mundo precisa de cristianos de verdad que, con el poder del Cielo, puedan atender las necesidades de las personas sin solicitar nada a cambio. Es importante señalar que el autor no es independiente sino que tiene un punto de vista interesado: Charles A. Ray fue embajador de USA en Camboya y en Zimbabwe, subsecretario Adjunto de Defensa (para Asuntos de Prisioneros de Guerra y Personal Desaparecido), y cónsul general en Vietnam. Hoy preside el Programa ‘África’, del Foreign Policy Research Institute (Instituto de Investigación de Política Exterior), con sede en Filadelfia (Pensilvania).

Aclarado esto para la transparencia informativa imprescindible, hay que agregar que el contenido es muy interesante. Aquí vamos:

Por Charles A. Rey (Foreign Policy):

Cuando las potencias imperialistas europeas expandieron sus acciones para conquistar nuevas regiones y hacer crecer sus esferas de influencia en el siglo 19, África, por su riqueza en recursos naturales, se convirtió en un lugar privilegiado para la explotación colonial. Mientras la colonización devastaba las sociedades y economías africanas tradicionales, los líderes europeos citaban la “carga del hombre blanco“, una filosofía que consistía en las “3 C del colonialismo“:

• civilización,
• cristianismo y
• comercio,

como justificación moral. Sin embargo, el uso de la Iglesia para justificar la explotación comenzó mucho antes del siglo 19. 

A lo largo del siglo 15, la Iglesia Católica Apostólica Romana, en una serie de edictos, dio a las naciones católicas de Europa el derecho a tomar el control de otras tierras, someter a su gente y convertirlos al cristianismo.

Uno de los edictos o bulas papales más influyentes fue ‘Inter Caetera‘, emitida por el Papa Alejandro VI en 1493: 1 año después de la llegada de Cristóbal Colón a lo que se conocería como las Américas, dando a España ‘carta blanca‘ sobre tierras en el llamado Nuevo Mundo.

Estas nuevas tierras pasaron a conocerse como ‘terra nullius‘, que en latín significa ‘tierra vacía‘, un concepto que se aplicaba a cualquier tierra que no estuviera ocupada por cristianos. Esto significaba que se consideraba libre para que los cristianos europeos la tomaran, independientemente de la población que ya estuviera allí o del nivel de avance de sus civilizaciones.

Así, la Biblia ha acompañado a la espada en los viajes de explotación a lo largo de los siglos y alrededor del mundo, incluida África.

Siglo 21

El 29/12/2021, la Iglesia Ortodoxa Rusa anunció su decisión de formar el Exarcado Patriarcal de África, con 2 diócesis:

• la Diócesis Sudafricana, con 24 países bajo su jurisdicción, y
• la Diócesis Norteafricana, con 31 países.

Dado el apoyo abierto de la Iglesia Ortodoxa Rusa a la invasión de Ucrania que ordenó el presidente ruso Vladimir Putin en el siglo 21, esta medida evoca imágenes desafortunadas de la Doctrina del Descubrimiento del siglo 15, que causó estragos en las civilizaciones originarias desde África hasta América del Norte y Asia, formando los pilares de la ‘Supremacía Blanca’ y el ‘Destino Manifiesto’.

Las acciones de la Iglesia Ortodoxa Rusa en África son parte de la amplia estrategia de Putin para construir influencia en África con todas las herramientas disponibles, no muy diferente de las acciones anteriores (N. de la R.: y no tan anteriores) de las potencias coloniales europea ((N. de la R.: y no sólo europeas).

La Biblia Ortodoxa llega a África

Según la edición del 19/01/2022 de la página de la Sociedad Cristiana Pan-Ortodoxa, la Iglesia Ortodoxa Rusa “apoyará a la población de África con ayuda humanitaria y vacunas, además de patrocinio espiritual”. Utilizando esos obsequios, en lugar de la persuasión teológica, la Iglesia Ortodoxa Rusa está ganando la lealtad de los sacerdotes y parroquias del Patriarcado de Alejandría, que abarca toda África.

(N. de la R.: Durante su período más floreciente, eran 108 diócesis. Su territorio abarcaba 6 provincias romanas: Libia Superior, Libia Inferior, Tebaida, Heptanomis y Augustamnica. El patriarca de Alejandría es considerado sucesor de Marcos el Evangelista. Hoy hay 3 jerarcas que declaran ser el legítimo patriarca de Alejandría: el patriarca de la Iglesia ortodoxa de Alejandría (griego de Creta, Teodoros II), el papa de la Iglesia copta ortodoxa de Alejandría (el egipcio Tawadros II oTeodoro II)) y el patriarca de Alejandría de los coptos católicos (Ibrahim Isaac Sidrak). Además, el patriarca melquita de Antioquía también lleva este título. En el pasado también existió un patriarca latino de Alejandría.)

A diferencia del patriarcado ortodoxo griego de Alejandría, que se ocupa de los cristianos ortodoxos orientales de África, que suman aproximadamente 1,3 millón, la Iglesia Ortodoxa Rusa tiene 82,9 millones solo en Rusia.

La Iglesia en Rusia no tiene la larga historia de la Iglesia Ortodoxa Griega, pero durante siglos ha sido uno de los organismos más poderosos de la ortodoxia y tiene un poder que va más allá de la mayoría de las denominaciones religiosas. Está estrechamente vinculada al Estado ruso y funciona como un brazo ‘de facto‘ del gobierno.

Rusia, que enfrenta una reacción occidental por su invasión de Ucrania (que incluye una ruptura entre la Iglesia ortodoxa de Ucrania y otros patriarcados), ha vuelto la mirada hacia África, ampliando vínculos con los gobiernos africanos y apuntalando a los regímenes que apoyan a Rusia. Esto se hizo primero principalmente a través del Grupo Wagner, una empresa militar privada que ahora ha sido rebautizada como Africa Corps.

Sin embargo, a partir de 2021, obispos y sacerdotes ortodoxos rusos han estado viajando a África en busca de nuevas oportunidades en forma de contratos comerciales y de sacerdotes a los que intentan persuadir para que cambien su lealtad de Alejandría a Moscú.

Las consecuencias

Mucha gente, incluidos africanos, no piensa en el cristianismo ortodoxo en términos misioneros. Generalmente ven la ortodoxia en términos étnicos: rusos, griegos, serbios o árabes.

Por ejemplo, cuando se le preguntó a Bob Wekesa, director del Centro Africano para el Estudio de USA en la Universidad de Witwatersrand, para este artículo, respondió que no lo sabía porque no había seguido los asuntos religiosos. Esto fue a pesar de la formación de la Diócesis de Sudáfrica el 29/12/2021.

La Iglesia Ortodoxa Rusa tiene una parroquia en Johannesburgo desde 1999 y, según el sitio web oficial del Patriarcado de Moscú de la Iglesia Ortodoxa Rusa, desde 2021 se están llevando a cabo planes para construir una catedral en Johannesburgo para un centro diocesano. 

Además, la primera parroquia ortodoxa rusa en África subsahariana se estableció en 1998, en Midrand, Gauteng (Sudáfrica).

Sin embargo, a pesar de esta actividad, cuando se observa la presencia del cristianismo ortodoxo en África, se puede entender esta falta de conocimiento y de interés. “La mayoría de los analistas de la presencia de Rusia en África pasarían por alto este hecho”, dijo Wekesa. “Porque no es la estrategia rusa en África más publicitada”.

Los cristianos ortodoxos de Etiopía ya representan el 43% de la población del país.

Aunque los misioneros ortodoxos fueron tan activos como los misioneros católicos romanos y protestantes en el siglo 19, después de 1917 las iglesias ortodoxas sufrieron un período de persecución y perturbación, lo que limitó su participación en la expansión misionera global.

Si bien la población mundial de cristianos no ortodoxos se cuadruplicó entre 1910 y 2017, la población ortodoxa solo se duplicó hasta 260 millones, de los cuales el 76% vive en Europa central y oriental (incluidos Grecia y los Balcanes).

De Eritrea a Alejandría

La población cristiana ortodoxa en África subsahariana ha aumentado de unos 3,5 millones en 1910 a 40 millones en 2010, lo que representa el 15% de la población ortodoxa mundial.

Sin embargo, de esta población, 36 millones viven en Etiopía y 3 millones en Eritrea.

Entre el resto de los cristianos de África subsahariana, los cristianos ortodoxos son una pequeña minoría. Eritrea es el único país africano con una mayoría ortodoxa. Los cristianos ortodoxos de Etiopía representan el 43% de la población del país.

Por lo tanto, demográficamente, el cristianismo ortodoxo probablemente no recibe mucha atención fuera de Etiopía y Eritrea, y fuera de África pocas personas le prestan alguna atención.

Las consecuencias de la guerra de Rusia en Ucrania podrían muy bien estar cambiando esto.

Tras la invasión rusa de Ucrania, el Patriarcado de Alejandría en Egipto, que tiene una historia de 2.000 años en el continente africano y jurisdicción espiritual sobre los cristianos ortodoxos de toda África, expresó su oposición y se le unió la Iglesia Ortodoxa de Ucrania.

En represalia, y en un esfuerzo por expandir su influencia en África para compensar la pérdida de apoyo en otras partes del mundo, la Iglesia Ortodoxa Rusa, mediante el establecimiento de las 2 diócesis mencionadas anteriormente, comenzó a tratar de atraer sacerdotes de Alejandría.

Según un informe del 27/07/2023 de la agencia de noticias rusa Interfax, la Iglesia Ortodoxa Rusa abrió más de 200 parroquias en África entre diciembre de 2021 y julio de 2023.

Además de lo espiritual, el Patriarca Kirill, de Moscú y de toda Rusia, dijo que “ha sido posible comenzar a implementar muchos proyectos humanitarios (y) educativos”.

El Exarcado Patriarcal de África, según Moscú, se fundó en respuesta a las solicitudes del clero ortodoxo africano después de que el Patriarca de Alejandría se pusiera del lado de la Iglesia Ortodoxa en Ucrania tras la invasión rusa.

En reuniones con líderes africanos durante la Cumbre Rusia-África en San Petersburgo, Rusia, el 27/07/2023, Kirill dijo que el objetivo de la expansión era

contribuir al fortalecimiento de los lazos entre Rusia y África;
mejorar el bienestar de la gente; y
construir nuevas escuelas, pozos de agua, subestaciones eléctricas, hospitales y centros culturales dondequiera que haya parroquias abiertas.

‘Poder Blando’

Las acciones de la Iglesia están claramente alineadas con el objetivo de Putin de expandir la influencia del Kremlin en África. Reprimida bajo los regímenes comunistas soviéticos, la Iglesia Ortodoxa ha experimentado un renacimiento de su influencia desde que Putin llegó al poder en 1999 y ha reemplazado extraoficialmente al marxismo-leninismo como una especie de religión de Estado.

La Iglesia Ortodoxa Rusa abrió más de 200 parroquias en África entre diciembre de 2021 y julio de 2023.

Putin a menudo apoya las políticas sociales conservadoras de la Iglesia, ahora convertida en un componente clave del ejercicio del ‘Poder Blando‘ del Kremlin en África. Putin y su partido Nueva Rusia son nacionalistas conservadores y esto coincide con postulados de la Iglesia Ortodoxa, y a su vez es compartido por un número de africanos, cristianos o no, tal como la oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo, a los derechos LBQT y similares.

En todos sus anuncios oficiales relacionados con África, la Iglesia ha enfatizado los objetivos no religiosos de brindar asistencia a las comunidades locales.

Mientras Kirill denuncia la corrupción del Patriarca de Alejandría y afirma que priva a los africanos de guía espiritual, la Iglesia Ortodoxa Rusa no limita la guía de su nuevo rebaño africano a la religión, sino que también busca guiar las relaciones entre Rusia y África. También ha ayudado a Moscú a reclutar africanos para el servicio paramilitar en la guerra contra Ucrania.

Los puntos antes mencionados hacen que sea extremadamente difícil evaluar las actividades de la Iglesia en África en un contexto puramente religioso. La expansión de la Iglesia Ortodoxa Rusa en África no puede analizarse sin considerar su relación con los intereses estatales rusos. Cuenta con el apoyo financiero de entidades respaldadas por el Kremlin y su expansión sirve como una forma de ‘Poder Blando‘ para influir en la política y la dinámica religiosa africanas. (…)

Los objetivos

“Parece que la Iglesia Ortodoxa Rusa no aspirará a tener un gran número de seguidores, dado que los evangélicos cristianos, vinculados a los evangélicos estadounidenses, así como las iglesias tradicionales como la católica y la protestante, están bien arraigadas en el continente”, dijo Wekesa.

Según él, las prácticas ortodoxas se enfrentan a una ardua tarea para convertir a los africanos. “Deduzco que la Iglesia Ortodoxa Rusa intentará captar una pequeña élite vinculada a los escalones superiores de los gobiernos en pos de los intereses rusos en lugar de ganar grandes congregaciones”.

Aunque puede resultar exagerado calificar de “maliciosas” las acciones de la Iglesia en África, corresponde a los responsables políticos considerarlas “preocupantes”. Sin embargo, la dificultad es cómo elaborar una respuesta eficaz.

La creciente influencia de la Iglesia entre los cristianos ortodoxos africanos parece basarse en la creencia de éstos de que Occidente –incluido USA– tiene una visión condescendiente de África y de los africanos. Por lo tanto, evaluar las políticas y acciones estadounidenses desde esa perspectiva podría ser un buen punto de partida.

Si bien es probable que las actividades de la Iglesia Ortodoxa Rusa en África no tengan un impacto religioso de gran alcance, su influencia en los líderes africanos, en particular en algunos de los estados más autocráticos, podría ser significativa y debe considerarse desde esa perspectiva. Hasta que no se comprendan mejor sus objetivos y sus efectos, la mejor respuesta a la presencia de la Iglesia por el momento podría ser no responder en absoluto.