Como un hámster en su rueda, la felicidad que buscas no existe porque el ser humano se acostumbra y tiende a retomar su punto neutral. Como un hámster en su rueda, la felicidad que buscas no existe Que el próximo trabajo será más satisfactorio, la pareja siguiente la indicada, que se precisa un auto, un…
Como un hámster en su rueda, la felicidad que buscas no existe porque el ser humano se acostumbra y tiende a retomar su punto neutral.
Como un hámster en su rueda, la felicidad que buscas no existe
Que el próximo trabajo será más satisfactorio, la pareja siguiente la indicada, que se precisa un auto, un viaje o una compra. Todos estos requisitos se suponen imprescindibles para alcanzar la plenitud.
Pero esta creencia no es más que una falacia. De la misma forma que el hámster corre hacia un sitio ilusorio en su rueda giratoria, en estos casos las personas buscan una felicidad que no existe sino que es mero placer momentáneo.
La ilustración del animal la creó Michael Eysenck en la última década del siglo pasado, para explicar elfenómeno de acostumbramiento y cansanciode los individuos hacia los estados placenteros.
Inspirado en la doctrina filosófica del hedonismo, que presenta como objetivo de la vida la búsqueda del placer y la evitación del sufrimiento, el psicólogo formuló el concepto de Adaptación Hedónica:
Es la capacidad de adaptación inherente al ser humano e implica que a pesar de los cambios positivos o negativos de la vida, la tendencia es siempre volver a un punto base.
Es decir, el trabajo se consigue, se encuentra la pareja ideal, los sueños se concretan y se obtienen los bienes pero al poco tiempo esa gratificación desaparece y sólo queda el individuo en su nivel anterior.
Un 40% de control
A fines de los 70 el psicólogo Philip Brickman estudió los efectos emocionales de personas que ganaban la lotería. Junto a sus colegas descubrió que18 meses después de cobrar la fortuna, sus niveles de felicidad no eran más altos que antes.
Posteriormente, tras varios años de investigaciones, la Psicología Positiva delineó que la felicidad (o mejor dicho, el bienestar) depende de tres componentes:
- Experiencias positivas frecuentes como la alegría o el amor
- Experiencias negativas infrecuentes como el dolor y la ansiedad
- Niveles altos de satisfacción sobre la propia vida y valoración positiva de la historia personal
En síntesis, feliz es quien vivencia más experiencias positivas que negativas y a su vez tiene un diagnóstico optimista de sí mismo.
Sin embargo, no todo lo que sucede está bajo control propio y la felicidad no depende exclusivamente de las decisiones voluntarias y conscientes.
Concretamente está dada por la combinación entre:
- Un 10% del ambiente (sexo, edad, ocupación, nivel socioeconómico, punto geográfico)
- Un 50% está determinado por los genes
- El 40% restante son las intenciones del individuo, las acciones deliberadas
¿Y entonces?
El ser humano es dueño únicamente del 40% de lo que pasa en su vida o más estrictamente, de la forma en la que afronta las circunstancias del restante 60%.
El fenómeno de la Adaptación Hedónica minimiza la severidad y durabilidad de los traumas y actúa como un sistema inmune que protege al sujeto de los estímulos negativos. Pero del mismo modo funciona con los estímulos positivos.
Por eso, esperar la realización de un proyecto, la adquisición de un bien o ascender en el trabajo sonmaniobras que sólo logran posponer un estado pleno de bienestar.
Porque todo lo deseado posiblemente llegue, pero después de la gratificación instantánea se volverá al punto base.
Ante este escenario una estrategia saludable es revivir emocionalmente aquello que genera placer. O bien tomar una actitud de revalorización, de apreciación, de no dar las cosas por sentado.
Porque la respuesta no está en aquello que falta sino en saber disfrutar de lo que se tiene.