"Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres."
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Cuando Dios está en duda, ¿es confuso Dios o soy yo?

EL CASO DE 'MOBY'

TEST TEST

Tercer Ángel

jueves 06/06/2019
Mobi buscando la respuesta.
Mobi buscando la respuesta.

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Ray Newby, fue un famoso locutor de radio estadounidense, que en 1922, a los 16 años, comenzó a utilizar música pregrabada en sus programas. Por entonces se comenzó a hablar de los “disc jockey”.

En 1947, Ron Diggins construyó la Diggola, pionera de la “mesa de mezclas”, que incluía dos platos, luces, micrófonos, un amplificador y una decena de altavoces.

En 1979, la empresa australiana Fairlight lanzó el Fairlight CMI (Computer Musical Instrument); y en 1983, Yamaha introdujo el 1er. sintetizador digital autónomo, el DX-7.

En 1980, un grupo de músicos y fabricantes estandarizaron una interfaz que permitía a diferentes instrumentos comunicarse entre ellos y el computador principal: nació MIDI (Musical Instrument Digital Interface).

Luego, Miller Puckette desarrolló un software para el procesamiento gráfico de señal llamado Max, más tarde incorporado a la computadora Macintosh (Apple) para el control de MIDI en tiempo real, haciendo que la composición algorítmica estuviera disponible para cualquier compositor con un mínimo conocimiento de programación informática. La producción de música cambió abruptamente.

Hoy día el negocio es más sofisticado. Calvin Harris es, por 6to. año consecutivo el DJ mejor pagado del mundo: ingresa US$ 48 millones anuales.

Antes, Richard Melville Hall, más conocido como Moby, fue el compositor N°1 de música electrónica, y fue el paradigma para muchos. Su mayor éxito ocurrió en 1999, el álbum “Play”, que marcó una época.

Bisnieto de Herman Melville, autor del relato de ficción “Moby-Dick”, cuando él tenía dos años, su padre, adicto al alcohol, murió en un accidente de tráfico.

Su madre, Elizabeth Hall, integrante de una acaudalada familia neoyorkina, era hippie en los años del amor y paz, y lo llevó a San Francisco a experiencias inexplicables para un niño. Mobi terminó creciendo con otros familiares.

En su libro “Porcelain: A Memoir”, él relató con detalles, todos aquellos recuerdos, y recibió felicitaciones de los críticos literarios.

Por eso hubo un siguiente libro, “Then It Fell Apart”, en los que incursiona en sus días de alcohol, sexo y drogas para ahogar a sus demonios. Tiempso de éxito pero soledad y ataques de pánico.

“Mi creencia, antes de estar sobrio, era que la fama iba a arreglar mis sentimientos”, escribió.

Cuando esta hipótesis no funcionó, recurrió a lo que encontraba a mano.

“Anhelaba que las cosas funcionaran de esa manera”, recordó. “Quería ser arreglado por estas cosas externas insalubres”. Y así conoció varios infiernos.

Al diario The Telegraph, de Londres (Reino Unido), le contó que tuvo varios intentos de suicidio.

“Una vez leí un artículo sobre una de las maneras en que la gente se mata, que es colocando una bolsa de plástico en la cabeza. Así que también lo intenté. La bolsa olía muy fuerte a plástico. A pesar de que estaba borracho y fuera de mí por las drogas, una voz en mi cabeza me dijo: ‘Tu último momento en la Tierra no será mientras hueles una bolsa de basura’. Así que no funcionó”, confesó, y ahora le parece una anécdota tragicómica.

“Then it Fell Apart” termina justo antes de que Moby se vuelva sobrio, tema a abordar en un tercer volumen. Hay expectativas acerca de cómo será ese texto por el origen de Moby:

“Crecí en un ambiente muy relajado, culturalmente cristiano. Me bauticé en una iglesia presbiteriana y mi abuelo enseñó en la escuela dominical. Pero para mí, el cristianismo era un trasfondo cultural ambiguo y amorfo. No había nada evangélico al respecto y la gente nunca hablaba de su fe fuera de la iglesia.

También me criaron los hippies, así que mi madre y sus amigas hablaban sobre budismo, sufismo, taoísmo, Krishnamurti, meditación y cartas de tarot. Así que cualquier discusión sobre la fe a la que fui expuesto al crecer no tuvo nada que ver con el cristianismo.”

“Me di cuenta que me estaba matando”

La decisión de intentar recuperar su integridad espiritual también resulta polémica: “No soy cristiano, pero mi vida está orientada hacia Dios, entendiendo a Dios, tratando de hacer la voluntad de Dios”.

Moby demuestra estar en equilibrio en muchos temas, y esto es muy positivo para él y para quienes lo aprecian.

Él vive en Los Ángeles, donde inauguró en 2015 el restaurante vegano Little Pine, afirma que gana dinero con inversiones, contribuye con causas benéficas, escribe y compone pero sin interés comercial. Lleva varios años en estado sobrio, y le confesó al diario El País, de Madrid (España), y desarrolla un nuevo hobby: la fotografía.

Con el diario El Mundo, de Madrid, mantuvo un diálogo, y este fragmento conduce al tema de esta nota:

“(…) –Ya no sale de gira, ¿por qué?

Por la sencilla razón de que no me gusta. Adoro tocar, pero antes iría al salón de tu casa que ir de gira otra vez. La idea de vivir en hoteles y aeropuertos y comer comida asquerosa me espanta. Lo he hecho demasiadas veces. No me quejo y ningún músico de mediana edad debería hacerlo. Pero siento que todas las cosas que amo de estar vivo no se pueden hacer de gira. Ver a los amigos, disfrutar de la comida, dormir en mi cama, componer alguna canción o escribir libros, eso es lo que más me gusta en la vida. He tenido que renunciar a eso muchas veces. (…)

–Imagino que en el pasado habrá tenido tiempo de sobra para salir de fiesta, pero en este disco hay mucha invitación a ello. ¿Le gusta salir?

–No, ya no. Fui un loco alcohólico y drogadicto durante mucho tiempo. Pero hace ocho años por fin me di cuenta de que eso me estaba matando y haciéndome un desgraciado. Así que, para bien o para mal, he dejado de beber y de consumir cualquier droga completamente. Ahora soy un tipo sobrio y aburrido que vive en California.

–¿Por qué cambió?

–Bueno, hay muchas cosas en la vida que me encantan. Por ejemplo… la tarta de chocolate. La adoro. Me apasiona. Pero sé que cuando me tomo una porción, estoy feliz y no necesito comerme diez. Sin embargo, cada vez que bebía necesitaba 15 copas. Y no me bastaba con una raya de cocaína. Quería 20. A medida que me hacía viejo cada vez se ponía la cosa peor y peor y peor. Hace ocho años tuve que parar.

–¿Estaba eso relacionado con un problema para digerir el éxito que obtuvo?

–Pues de alguna manera. También es un tema más amplio. Se trata de cómo mucha gente, entre la que me incluyo, pasa su vida desesperadamente buscando algo que vaya a arreglarlo todo. Que todos sus problemas se esfumen de una manera mágica. Algunos creen que eso es el dinero, el éxito profesional, la fama, las drogas, o incluso ser popular en Facebook. Pero nada soluciona todo milagrosamente, la vida es muy complicada. Yo encontré fama, drogas y alcohol y pensé que eso iba a resolver las cosas. Y mira, poco sorprendentemente, no lo hicieron.

–Pero ahora que, escuchándole, uno diría que ha encontrado su camino, en el disco canta que «está perdido en el mundo». ¿A qué se refiere?

–Pues el mundo también es complicado. Mi experiencia en él, con la clase de gente que me he encontrado y mis relaciones, el materialismo y la destrucción del medio ambiente… simplemente me pregunto por qué hacemos todo esto como especie. Por qué destruimos el planeta que nos da la vida y generamos miseria y enfermedades. Hacemos guerras que no benefician a nadie. Eso es a lo que me refiero. (…)”.

Al 4to. poder

Fue Moby quien introdujo en la agenda de todos sus entrevistadores el tema del descubrimiento de Dios, aún cuando su concepto de Dios, a veces, no sólo es vago sino contradictorio, aunque tampoco es muy evidente si las son exclusivas de Moby o también de sus entrevistadores.

Probablemente Moby sea una expresión de lo que sucede a muchos con Dios. Muchos dicen amar a Dios y no tantos deciden comprometerse con Dios. Porque atraen más los derechos que las obligaciones. O Dios no es tal como yo imagino a Dios o como yo deseo que sea Dios.

En verdad, Dios es Dios, y me trasciende. Pero no todos pueden aceptarlo. Suponen que resignan libertad o satisfacción o algún otro valor. Lo cierto es que cabe la pregunta, ante semejante situación: ¿De quién es la nebulosa, de Dios o del humano?

En julio de 2001, cuando recién estaba recuperando la sobriedad, Moby avanzó sobre el tema, provocó una nota de la revista Time, y luego una respuesta pública de Moby:

“Ok, acabo de leer un artículo de la revista Time que, si bien está bien escrito y es informativo, se equivocó en algunas cosas acerca de mí y, siendo petulante, quería aclarar algunas ideas erróneas sobre mí:

1. No soy un cristiano nacido de nuevo. Nunca he sido un cristiano nacido de nuevo. Amo a Cristo y las enseñanzas de Cristo, pero no me adscribo a ninguna religión o denominación específica.

2. No soy un “vendedor de té vivo y limpio”. Bebo ocasionalmente, y en una o dos ocasiones he ingerido sustancias que nuestro gobierno considera ilegales (nada demasiado grave, claro, nunca he probado heroína ni cocaína, y creo que nunca lo haré) .

3. No tengo 5′8″ (1,73 m) de altura. Soy 6′4″ de altura (1,93 m) y estoy construido como Adonis… Bueno, en realidad soy 5′9″ (1,75 m) y me quedo ahí. Así que supongo que con la mala postura realmente estoy marcando las 5′8″. Triste … me gustaría ser 6′ de altura (1,83 m).

Entonces, si algún miembro del 4to. poder (¿es el 4to. poder la prensa? Siempre me confundo. ¿El 3er poder?) está leyendo, ¿podría por favor, en el futuro, no referirse a mí como un ‘cristiano limpio que nace de nuevo’? Gracias.

Puedes mencionarme como vegano, porque todavía soy vegano. Bueno, dada nuestra maravillosa tradición de libertad de prensa, puedes referirte a mí como un perro que come alienígenas en el espacio si quieres (aunque en realidad nunca he comido perro, porque soy vegano y todo).

Pero, por favor, no más “vida limpia nacida de nuevo cristiano” …

Gracias.

Moby.”

Jesús, entre el Manchester United y el Arsenal

En 2016, en un diálogo con el diario The Guardian, de Londres (Reino Unido), volvió el tema. Según Miranda Sawyer, “Hablamos un poco sobre su cristianismo; hacia el final del libro, comienza a cuestionarlo, y dice ahora que todavía entiende el deseo de espiritualidad, pero no los sistemas de creencias institucionalizadas o la “rigidez ideológica”. (…)”.

Luego ocurrió este diálogo acerca del Manchester United, el Arsenal y Dios:

“(…) “No creo que a Dios le importe qué jersey te pongas”, dice. “No es como Man United y Leeds … ¿es esa la referencia deportiva adecuada en el Reino Unido?”.

-Leeds ya no está en la Premier League.

“Ok, Arsenal? “Man United y Arsenal: esa rivalidad tribal es muy divertida en el deporte, pero no creo que deba ser parte de la divinidad”. (…)”.

Sin duda, Moby representa a muchas personas que se aproximan y se alejan, una y otra vez, de Dios. Es cierto que la puerta se encuentra abierta pero también lo es que son oportunidades que se pierden si es que resulta cierto lo que el propio Moby afirma que hay ventajas en estar cerca de Dios.

La experiencia de ‘puerta vaivén’ de Moby refleja lo que sucede a muchos otros. Pero ¿es una duda o sólo una excusa para no decidirse?

Sam Hailes lo entrevistó en 2017 para Premier Christianity. Moby le dijo:

Traté de leer la Biblia. En realidad, un niño de 13 años probablemente no debería estar estudiando detenidamente [sobre] Levítico. Cuando estás leyendo sobre el edificio del templo y los vanos y codos, a los 13 años no era lo más convincente. Así que asumí que Jesús era una figura como Papá Noel o Buda, personas agradables que podrían haber existido o que podrían venerar gentilmente cuando era conveniente.”

Soy un alcohólico sobrio, así que paso mucho tiempo en la iglesia, ¡pero generalmente es en el sótano con otros alcohólicos! (N. de la R.: las reuniones de Alcohólicos Anónimos). Es muy difícil para mí generalizar sobre el concepto de cristianismo, porque significa cosas tan divergentes para muchas personas. Si tomas a un ortodoxo ruso y un manipulador de serpientes bautista del sur y un anglicano y un anglicano etíope y los pones en una habitación y les pides que se pongan de acuerdo sobre las cosas, probablemente tendrán una gran pelea a puñetazos.”

Quiero decir, esto es presuntuoso y potencialmente arrogante para mí, pero el cristianismo que más resuena conmigo es el cristianismo que parece reflejar ese concepto de gracia y perdón y humildad, y los cristianos que cuidan con humildad a los enfermos, y los cristianos que visitan humildemente a las personas en las cárceles. No a los cristianos que llevan armas y agitan banderas confederadas, ni a los cristianos que abogan por la guerra, sino a la gente callada y humilde de la fe; me inspiro mucho al respecto. Entonces cuando experimento eso en una iglesia, mi espíritu se nutre de ello. Cuando pienso en la complejidad de lo divino, e incluso esto se aborda en las Escrituras en Job y en otros lugares, no es comprensible, y en cierta medida es por eso que creo que tenemos a Jesús, una representación de lo divino de una manera que es más comprensible nosotros. Como Jesús estableció, a veces la Gracia viene de lugares muy inesperados. Jesús básicamente dice que la Gracia es más probable que venga de lugares no sancionados que de lugares establecidos. Ya sea un centurión, el recaudador de impuestos, la mujer que se baña los pies con aceite y lágrimas, sigue volviendo a eso; nos encontraremos con la Gracia en lugares muy sorprendentes e inesperados.”

Si asumimos que Dios es el arquitecto de todas las cosas, está presente cuando las células se combinan en el útero y está presente cuando las personas tienen las experiencias más desordenadas de sus vidas: no hay nada formal acerca de lo divino. Es este problema con el que solía lidiar bastante: la combinación de moral y costumbres. Todos hemos crecido con la idea de que ciertas cosas son desagradables para Dios, pero la verdad es que solo son cosas con las que nos sentimos incómodos. Claramente, hay muchas cosas que presumiblemente creo que son desagradables para Dios. Pero tienen más que ver con la crueldad y la violencia y la desesperación, y no necesariamente con la persona que uno elige besar.”

El entrevistador, Sam Hailes, condescendiente, intentó una explicación política a la incertidumbre espiritual “(…) Moby sabe que sus muchos puntos de vista políticos y religiosos no son compartidos por los muchos evangélicos estadounidenses que votaron por Donald Trump. Esto puede explicar, en parte, por qué a veces se ha mostrado reacio a llamarse a sí mismo un cristiano: no quiere afiliarse al cristianismo cultural estadounidense en el que creció. (…)”.

En cambio José de Segovia, en Evangelical Focus, fue más crítico, marcando algunas contradicciones profundas:

“(…) El nombre de Jesús se oye con frecuencia en los labios de Moby. Él canta al Hijo de Dios y aprecia las viejas canciones ‘gospel’. Él se dice cristiano pero, tal como en todo lo que él dice, hay una mezcla de verdad, publicidad, convicción y confusión.

Él dice que “ama a Cristo”, pero en la misma entrevista con LA Weekly en 1999, desea dejar en claro que no es un cristiano nacido de nuevo. Como “no es nada”, Moby no quiere definirse a sí mismo de ninguna manera, sin analizar por qué debería hacerlo ni a qué fin serviría.

Por un lado, dice que no es cristiano, pero al mismo tiempo dice “amar a Cristo”. ¿Qué debemos hacer con eso?

En 1996, Moby produjo un álbum promocional en el Reino Unido que contenía una entrevista en la que le preguntaron: “¿Por qué le agradeces a Jesús en tu álbum?”. Su respuesta fue: “En mi extraña manera, soy cristiano, en que realmente amo a Cristo, y creo que la sabiduría de Cristo es la más alta, la más fuerte que he encontrado, y creo que su descripción de la condición humana es la mejor descripción o comprensión de la condición humana que he visto o alguna vez encontrado… No necesariamente me consideraría un cristiano en el sentido convencional de la palabra, donde voy a la iglesia o creo en el cristianismo cultural, pero realmente amo a Cristo y lo reconozco en la capacidad que sea, tal como puedo entenderlo, como Dios”.

Aunque su educación tuvo cierta influencia presbiteriana, Moby le dijo a la revista Rolling Stone que descubrió el cristianismo, así como la masturbación, cuando tenía trece años. Luego, cuando estudiaba Filosofía en la Universidad de Connecticut, desarrolló una fe más profunda y menos motivada por la culpa. Vivía solo en una calle destartalada de Stamford, rodeado de iglesias. Le gustaba escuchar la música gospel los domingos por la mañana, pero tenía miedo de ir al servicio. Esto le ocurrió hasta que se hizo amigo de un pastor de jóvenes que lo alentó a leer el Nuevo Testamento. Es en este punto que él dice que se enamoró de Cristo y de su enseñanza. Su primera reacción fue convertirse en lo que él llama un “cristiano convencional conservador”. Leyó la Biblia, asistió a una iglesia congregacional y trató de convertir a la gente.

A principios de la década de 1990, Moby dijo que había comenzado a ver el mundo como realmente es: un lugar muy complicado. Por mucho que amara a Cristo y admirara su enseñanza sobre la humildad, el perdón, la compasión y la paz, decidió que ya no podía identificarse como cristiano, porque llamarse a sí mismo cristiano implicaba una certeza que no tenía. Al preguntarle el diario español El País por qué su vida estaba tan llena de contradicciones, la respuesta de Moby fue que él era un verdadero cristiano, pero que también le gustaba emborracharse y tener relaciones sexuales, dado que el mundo en el que vivimos es muy complicado.

“A un nivel muy personal”, dice en una entrevista con LA Weekly. “Odio la idea de un Dios vengativo, y odio la idea de que las personas sean castigadas por sus pecados, porque es muy difícil ser humano. Si la vida es corta, brutal y difícil […] ¡La gente se siente lo suficientemente mal como está!”.

En su ensayo sobre “Derechos de los Animales”, Moby recuerda las palabras de Cristo: “No juzgues para que no seas juzgado”. Él dice: “Desafío al Derecho cristiano a desarrollar su propia salvación con temor y temblor y no preocuparme por los supuestos pecados de los demás”. Su religión ahora parece ser la de la tolerancia, junto con una extraña aceptación de sus dudas. “Una parte de mí tiene envidia de las personas que pueden definirse estricta y convenientemente”, dice, “pero para mí, simplemente no puedo. Mi sentido de identidad está ahí, pero es un poco nebuloso”. A pesar de su militancia marxista en el pasado, su fervor vegetariano y su adicción a la pornografía, Moby insiste en la ambigüedad.

Un pastor que lo conoce en Nueva York, Paul Raushenbush, dice que Moby ha llegado a la conclusión de que no puede llamarse cristiano mientras persista esa ambigüedad. Moby dice que ora todo el tiempo, simplemente ora para que se haga la voluntad de Dios y no la suya propia. Espera que de esa manera Dios responda a sus oraciones”.

Nadie es juez de su hermano. El propósito de esta historia es sólo ilustrar sobre las muchas batallas, y dejar testimonios que pueden provocar reacciones, reflexiones y aprendizajes.

"Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres."

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