El conflicto en la Iglesia Metodista Unida sobre la homosexualidad es irreconciliable y exige una separación amistosa en diferentes denominaciones, según varias fuentes consultadas entre moderados, tradicionalistas y progresistas de ese culto, quienes comenzaron a reunirse a fines de junio 2019 con el objetivo de formalizar el divorcio en 2020. La Iglesia Metodista Unida o…
El conflicto en la Iglesia Metodista Unida sobre la homosexualidad es irreconciliable y exige una separación amistosa en diferentes denominaciones, según varias fuentes consultadas entre moderados, tradicionalistas y progresistas de ese culto, quienes comenzaron a reunirse a fines de junio 2019 con el objetivo de formalizar el divorcio en 2020.
La Iglesia Metodista Unida o UMC (United Methodist Church) nació en 1968 por la fusión de Methodist Church (Iglesia Metodista) y Evangelical United Brethren Church (Iglesia Unida de Hermanos Evangélicos).
La UMC nació reivindicando el movimiento de avivamiento cristiano de John Wesley y Charles Wesley, que se originó en la Iglesia de Inglaterra.
Sin embargo, aparentemente, desde fines de los años ’70 o inicios de los ’80, comenzó en la UMC un debate interno acerca de la homosexualidad, un tema que quedó sin acuerdo, y que se ha convertido en un motivo de discordia permanente.
En USA, la UMC es la 2da. iglesia protestante más grande ya que sólo la supera en membresía la Convención Bautista del Sur (Southern Baptist Convention ). Entre todos los cultos cristianos en USA, es la Nº3 (ha crecido mucho la Iglesia Católica Apostólica Romana).
Sin embargo, la UMC inicia una fragmentación muy riesgosa y de imprevisible final.
“Hemos descubierto que la Iglesia Metodista Unida no puede vivir, todos juntos en la misma casa y de manera pacífica, pero podemos vivir uno al lado del otro”, anunció el reverendo Kent Millard, presidente del Seminario Teológico Unido y uno de los organizadores del grupo que debate los términos del divorcio.
El grupo ha redactado algunos conceptos básicos que le llaman Plan de Indianápolis, la ciudad capital del estado Indiana, donde se reunieron a fines de junio para su debate.
En mayo de 2020, la Conferencia General de la UMC, que se reunirá junto al río Mississippi, en Minneapolis, considerará las formas de lo que los líderes de la iglesia esperan sea una ruptura amistosa y ordenada de una iglesia de alcance global.
En febrero de 2019, la Junta Directiva de la UMC aprobó, en St. Louis, Missouri, luego de una votación bastante pareja, fortalecer el lenguaje que prohíbe a los metodistas unidos la ordenación y el matrimonio de integrantes de la comunidad LGBTQ (lesbiana, gay, bisexual, transgénero, y queer, que quiere decir que está en proceso de averiguar su identidad de género).
En la Conferencia General la votación fue muy reñida: 53% a 47%, y no dejó conforme a quienes fueron derrotados. Entre enojados y resentidos, manifestaron en voz alta su desafío o realizando bodas LGBTQ o reteniendo el dinero de las ofrendas de los creyentes.
El miércoles 18/09/2019 concluyó la fecha límite para que el grupo recibiera los aportes de otros integrantes de la UMC para convertir el borrador en un plan que pueda abordarse durante la Conferencia General en mayo de 2020.
Los redactores del Plan de Indianápolis incluyen pastores de iglesias afiliadas a Reconciling Ministries Network (Red de Ministerios de Reconciliación), que aboga por la inclusión completa de la comunidad LGBTQ.
La historia
En el siglo XVIII, un grupo de cristianos encabezados por John Wesley, su hermano más joven, Charles Wesley, y George Whitefield querían renovar la Iglesia de Inglaterra o Anglicana, a partir de enfocarse más en la Biblia y su relación con la vida cotidiana del creyente.
“Metodista” fue una palabra algo peyorativa que en la Universidad de Oxford utilizaron para calificar al pequeño grupo de estudiantes que se reunía entre 1729 y 1735, ayunaban regularmente y se abstenían de casi toda forma de entretenimiento y lujo, y visitaban con frecuencia a pobres, enfermos y presos.
Más adelante, el movimiento metodista aglutinó a un grupo numeroso y diverso de denominaciones cristianas, que se originó en el Reino Unido pero, gracias a una vigorosa actividad misionera entre trabajadores, granjeros pobres y esclavos, se extendió a todo el Imperio británico, y zonas de influencia tales como USA.
Sin embargo, John Wesley sostuvo, en reiteradas ocasiones, que él no ambicionaba fundar una nueva denominación cristiana, aunque esto sí fue lo que ocurrió más tarde.
“Desearía que el nombre ‘metodista’ nunca vuelva a ser mencionado otra vez, sino que se perdiera en el eterno olvido”, afirmó Wesley.
El fervor de aquellos metodistas contrastó con la apatía de la Iglesia de Inglaterra. Predicaban al aire libre y establecían muchísimas sociedades de estudios de la Biblia enseñando la necesidad de un Nuevo Nacimiento, la salvación por gracia, la Justificación por la Fe, y la acción constante y sostenida del Espíritu Santo para Perfeccionar y Santificar las vidas de los creyentes.
Su liturgia siempre fue muy sencilla, imitando la tradición anglicana. Pero la teología del metodismo tenía influencias del holandés Jacobo Arminio, impugnador del dogma calvinista de la doble predestinación.
El arminianismo enseña:
** la presciencia de Dios, quien tiene el conocimiento previo de quién creerá y quién no creerá en Cristo; y
** la voluntad del hombre, por asistencia divina, con libre albedrío para creer o rechazar a Cristo.
Después de la muerte de Arminio (en 1609), sus principios se formularon en el manifiesto de cinco puntos “Remonstrans”, publicado en 1610, y que enfrentó al calvinismo.
Whitefield, famoso por su estilo vibrante de predicación, decidió no romper con el calvinismo, y se separó de los Wesley, iniciando el movimiento de los Metodistas Calvinistas.
No obstante, la mayoría de las denominaciones metodistas se mantuvieron junto a Wesley y su teología arminiana.
Entonces, los 80 millones de metodistas que hay en el planeta Tierra creen en que la salvación es para todo aquel que la acepte.
Por su estilo, que para aquel momento parecía propio de un movimiento carismático, un observador podría comparar a los metodistas del siglo XVIII con los pentecostales del siglo XX y XXI:
** Theophilus Evans escribió su disconformidad con la “tendencia natural de su comportamiento la de enloquecer a la gente, mediante la voz, el gesto y las expresiones horribles”.
** William Hogarth los tildó de “entusiastas” llenos de “credulidad, superstición y fanatismo“. Pero los metodistas resistieron los numerosos ataques contra su movimiento.
El presente
La votación de febrero de 2019, durante una sesión especial de la Conferencia General, aprobó la propuesta del ala ‘conservadora‘ o tradicional de la UMC, provocando el rechazo del ala que se autodenomina ‘progresistas‘, y así ocurrió un enfrentamiento doméstico que provocó expresiones públicas de disenso, y hasta problemas en la recaudación de ofrendas de los feligreses y en la asignación de recursos dentro de la institución.
En las iglesias metodistas estadounidenses los ministros (pastores) son asignados a cada iglesia local por los obispos, distinguiéndose así del modelo de gobierno presbiteriano. Las denominaciones metodistas suelen otorgar importante representación a la membresía “laica” (no ministros) en sus reuniones regionales y nacionales (conferencias) en las cuales los asuntos de la iglesia son decididos en muchas ocasiones por votación. Este modelo “conexional” diferencia a los metodistas del modelo congregacional, propio de las iglesias bautistas, por ejemplo, en las que el gobierno lo ejerce cada congregación local.
El choque de febrero 2019 fue cultural, pero también geográfico.
En la UMC ganan espacio velozmente los obispos de países de Asia como Filipinas y varias naciones de África, donde prevalece un enfoque conservador que rechaza toda vinculación con la comunidad LGBTQ.
En cambio, entre los obispos estadounidenses de la UMC hay enfoques más receptivos hacia la comunidad LGBTQ.
A su vez, los obispos de los países de Asia y África han instado a mantener la unidad pero los obispos de USA se han manifestado optimistas acerca de la perspectiva del divorcio formal.
Es más: “No es un divorcio. Están permitiéndose reflejar las expresiones de la iglesia que permanecen en conflicto”, dijo el presidente del Seminario Teológico Unido, Kent Millard, al Servicio de Noticias Religiosas (Religion News Service).
La denominación no publicará el texto completo de las peticiones que se considerarán en la reunión de 2020 hasta que todas hayan sido traducidas a los cuatro idiomas oficiales de la reunión.
El futuro
El Plan de Indianápolis dividiría a la Iglesia Metodista Unida en al menos dos denominaciones con diferentes interpretaciones teológicas acerca de la ordenación LGBTQ y el matrimonio LGBTQ.
Uno de los grupos en que se dividiría la UMC mantendría lo aprobado en la sesión especial de febrero 2019.
Otro eliminaría del Libro de la Disciplina, el lenguaje aprobado en febrero, en concreto todo lo que se refiere a la “práctica de la homosexualidad” como “incompatible con la enseñanza cristiana”.
Y es posible que exista una tercera denominación que habilitaría de inmediato la plena inclusión de sus miembros LGBTQ, permitiendo el casamiento entre ellos y permitiéndoles la ordenación como religiosos.
Pero a las tres o más denominaciones se les permitiría retener el título “Metodista Unido” en el nombre de sus congregaciones.
Cada uno tendría sus propias estructuras, políticas y finanzas, pero compartían un patrimonio histórico metodista común.
Luego, cada conferencia regional en USA podría votar a cuál de las denominaciones decide adherir.
Y cada conferencia fuera de USA podrían elegir entre pertenecer a una iglesia metodista autónoma o convertirse automáticamente en parte de la denominación conservadora.
Gobernar un grupo tan dividido sería un gran desafío.
“Comenzamos preguntándonos :”Si va a ocurrir una separación, ¿cómo podría ocurrir?”, explicó Keith Boyette, uno de los redactores del Plan de Indianápolis.
Boyette es presidente de la Wesleyan Covenant Association (Asociación Wesleyana del Pacto), un grupo conservador que apoya la prohibición del clero LGBTQ y de las bodas entre personas del mismo sexo en la iglesia.
Boyette habló con Kent Millard, quien afirma ubicarse a mitad de camino en todo el debate y es presidente del United Theological Seminary (Seminario Teológico Unido), en Dayton, Ohio, que es una de las 13 escuelas de Teología de la UMC.
Ambos comenzaron a hablar sobre convocar a un grupo de personas que representaran a todas las partes para pactar una separación ordenada. Los 13 miembros del grupo incluyeron a cinco metodistas conservadores y ocho metodistas liberales.
“Es un plan práctico que promueve la paz y la equidad“, dijo el reverendo Darren Cushman Wood, pastor de la Iglesia Metodista Unida del Norte de Indianápolis, el dueño de casa.
La propuesta que redactaron no disolvería en lo institucional la Iglesia Metodista Unida ni requeriría modificar sus estatutos. En cambio, la Iglesia Metodista Unida crearía una nueva entidad legal para los ‘conservadores‘.
Según el plan, la Iglesia Metodista Unida haría cambios en el manual de disciplina, eliminando una declaración que dice que la “práctica de la homosexualidad” es “incompatible” con la enseñanza cristiana.