Hay evangélicos sionistas que justifican la destrucción de Gaza, o al menos no cuestionan el colapso provocado por Israel, e invocan -una y otra vez- la maldad de Hamás el 07/10/2023. La historia de Jonás es un mensaje poderoso para esclarecer acerca de quién es Jehová Dios, su Misericordia y su Justicia. El propio Jesús…
Hay evangélicos sionistas que justifican la destrucción de Gaza, o al menos no cuestionan el colapso provocado por Israel, e invocan -una y otra vez- la maldad de Hamás el 07/10/2023. La historia de Jonás es un mensaje poderoso para esclarecer acerca de quién es Jehová Dios, su Misericordia y su Justicia.
El propio Jesús de Nazareth invocó esa historia de Jonás para advertir contra los supuestos ‘exclusivismos’ de quienes intentan apropiarse del Dios de todos.
A Israel se lo había elegido para cumplir con esa misión. Jonás es, en definitiva, la demostración del motivo del fracaso de aquel Pacto.
El incumplimiento de la tarea, certificado en el rechazo a Jesús, quien intentaba reeducar acerca del verdadero carácter de Dios, tergiversado por los maestros y teólogos, derribó el 1er. Pacto y por eso llegó el 2do. Pacto, vigente.
Hora de abrir la Biblia. Muy interesante el capítulo 12 de Mateo:
En ese texto hay varias controversias, por ejemplo sobre
##el día de descanso (el Sabbath o sábado, 4to. Mandamiento de la Ley): Jesús, judío no fariseo ni saduceo, defiende que el sábado fue hecho para el hombre, no al revés, y que él, como Señor del sábado, tiene autoridad para actuar en ese día (Mateo 12:8);
##sanidad en sábado: Jesús sana a un hombre con la mano seca en sábado (Mateo 12:10-13), lo que provoca la ira de los judíos fariseos, quienes conspiran para matarlo (Mateo 12:14);
##blasfemia contra el Espíritu Santo: Jesús se refiere a la continua resistencia y rechazo de las evidencias de su divinidad por parte de los judíos fariseos (Mateo 12:31-32);
##Jonás, Nínive y la Reina de Saba: Jesús rechaza el reclamo de evidencias de los judíos fariseos y les reprocha la fe que sí manifestaron no judíos (Mateo 12:40);
##la parábola del hombre fuerte: Jesús utiliza la parábola del hombre fuerte para ilustrar que él, al echar fuera demonios, está atando al hombre fuerte (Satanás) y liberando a los cautivos (Mateo 12:29);
##una conversión a medias: Jesús advierte sobre el peligro de una conversión superficial (Mateo 12:43-45).
Nínive fue una ciudad de Mesopotamia, capital del Imperio Neoasirio, en la orilla oriental del río Tigris, en la región hoy día de Mosul, en Irak.
En su esplendor, el Imperio gobernó la región que la antigua religión mesopotámica denominaba los «4/4 del mundo»:
- al norte, hasta las montañas del Cáucaso (hoy Armenia y Azerbaiyán);
- al este, hasta los montes Zagros (hoy Irán);
- al sur, hasta el desierto (hoy Arabia Saudita); y
- al oeste, hasta la isla de Chipre en el mar Mediterráneo, e incluso hasta Egipto y el este de Libia.
Las excavaciones en los montículos de Quyunjiq y Nebi Yunus, donde se encontraba Nínive, y el hallazgo de la Biblioteca del rey Asurbanipal o Asnapar -desde el año 669 a.C. hasta c. del 631 a.C.. permite conocer mucho de la Mesopotamia en general y del Imperio en particular.
Antes, cuando Nínive se llamaba Ninâ y era vasalla del reino Mitanni, con base en el norte de la actual Siria, también conocido como Naharina, fue un centro de culto a la diosa Ishtar, deidad del amor y la guerra.
Fue una ciudad importante desde alrededor de 3000 a.C. hasta 612 a.C. (cuando fue destruida por la coalición de medos (liderados por Ciaxares), y babilonios (Nabopolasar, padre de Nabucodonosor) pero su apogeo entre los siglos VIII y VII a.C.
Los asirios vivieron varias etapas en su historia: desde su residencia nómade en tiendas de campaña (rey Tudia 1250 a.C., en días cuando la potencia regional era Ur) hasta que construyeron ciudades (Ushpia fue el rey fundador del templo de Assur, fin del ciclo nómada, hacia el año 2000 a.C.).
La gloria de Nínive sucedió cuando asumió el trono el rey Senaquerib, quien abandonó la flamante ciudad Dur Sharrukin construida por su padre, Sargón II.
Antes de la fugaz Dur Sharrukin, la capital del imperio en expansión era Assur o Ashur, nombre del dios principal del panteón asirio, y a quien se le representaba como un árbol y se lo asociaba al sol.
En cuanto a Senbaquerib -quien engrandeció a Nínive, le construyó 15 entradas, parques y jardines públicos, acueductos, canales y sistemas de regadío, un zoológico y su ‘Palacio Sin Igual’, con 80 habitaciones- es un personaje clave porque Jehová Dios demostró su poder al impedirle capturar Jerusalén. La soberbia había ganado a los asirios, y Jehová Dios eligió a los babilonios para su plan.
El rey de Judá, Ezequías, se negó a pagarle tributo. Senaquerib invadió Judá en el año 701 a.C., pero no pudo capturar Jerusalén por las oraciones de Ezequías y el profeta Isaías, que respondió Jehová Dios.
Años antes, Sargón II, padre de Senaquerib, ya había avanzado sobre Israel, el Reino del Norte.
La crueldad como relato de dominación
El Imperio Neoasirio fue conocido por su poderío militar y por su crueldad.
Acerca de su poderío militar:
- Los asirios contaban conTenían un ejército permanente y profesional, con unidades de carros, caballería e infantería, tanto para exploración como combate, que recibían entrenamiento constante.
- Ellos innovaron en el uso del caballo, de los carros, de los arietes para el asedio de ciudades y la fabricación de armas de hierro, más fuertes que las de bronce.
- Desarrollaron tácticas de asedio que les permitieron conquistar ciudades fortificadas.
Acerca de la crueldad, de acuerdo con el trabajo del equipo del forense Haim Cohen en el estudio ‘Assyrian Attitude Towards Captive Enemies: A 2700-year-old Paleo-forensic Study‘ (Actitud asiria hacia los enemigos cautivos: un estudio paleoforense de 2700 años de antigüedad), publicado en International Journal of Osteoarchaeology, los prisioneros capturados, especialmente los de alto rango, fueron sometidos a torturas prolongadas antes de su ejecución.
Las formas de tortura iban desde el fuego al empalamiento, que provocaba una lenta agonía que podía llegar a prolongarse durante horas o días.
La mutilación y la decapitación buscaba tanto la eliminación física del enemigo como disuadir a quienes planificaban una resistencia.
Otro método de guerra fue el desollamiento, ampliamente documentado en relieves y textos asirios: arrancaban la piel de la víctima mientras aún estaba viva, de manera pública, en plazas o frente a las murallas de las ciudades conquistadas, como una forma de escarmiento para los espectadores.
La piel de las víctimas se colgaba en las murallas de las ciudades rebeldes, a modo de recordatorio permanente de las consecuencias de una rebelion. Los historiadores sostienen que despojar a sus enemigos de su piel o de sus cabezas les arrebataba a estos su identidad.
Las escenas de represión y castigo llegaron a los relieves que decoraban los palacios reales de Nínive y Nimrud.
Imágenes de decapitaciones, desollamientos y cadáveres flotando en las aguas crearon una narrativa de poder y dominación.
Luego, las deportaciones masivas de las poblaciones conquistadas les sirvieron para mantener el control sobre los territorios ocupados: desmantelaban la cohesión social, desarraigaban a esa gente de sus contextos y los dispersaban a lo largo de su imperio.
Esto hicieron con el Reino de Israel cuando fue ocupado por Sargón II.
Ashur-dan III
Pero la historia de Jonás sucedió bastante antes, aunque Nínive ya era “ciudad grande sobremanera, de 3 días de recorrido“: 120.000 habitantes, 96 Km. de circunferencia según el manual de estudio de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
En días de Jonás, el rey de Israel, con capital en Samaria, era Jeroboam II, quien gobernó o desde 793 a 753 a. C. o desde 786 a 746 a. C.; en cualquier caso un período de resurgimiento de Israel y de debilidad asiria. Él fue 13er. rey de Israel, contemporáneo de los reyes Joás, Amasías y Uzías en Judá.
Jeroboam II derrotó a sus antiguos opresores, los arameos, mientras en ese momento los asirios sufrieron hambrunas, plagas, revueltas, terremotos. Varios reyes asirios de ese período perdieron poder ante los gobernadores de su propio reino
Jeroboam II, monarca de 10 tribus, logró restablecer “el límite de Israel, desde el punto de entrada de Hamat hasta el mismo mar del Arabá (el mar Muerto)“, y reinó 41 años.
El evento clave para la reconstrucción histórica es un eclipse que fue documentado por los asirios: « [año de] Bur-Sugale de Guzana. Revuelta en la ciudad de Assur. En el mes de Simanu se produjo un eclipse de sol».
Notable la mención de una revuelta en una ciudad real.
Ashur-dan III fue el rey de Asiria del 773 al 755 a. C. y fue uno de los hijos de Adad-nirari III. Sucedió a su hermano Salmanasar IV en el trono asirio; y heredó una situación complicada por la influencia del comandante en jefe (turtanu) Shamshi-ilu. Avatares:
- En 765 a.C. Asiria fue golpeada por una plaga.
- En 764 a.C. el rey no pudo organizar la obligatoria campaña militar anual.
- En 761 a.C. estalló una revuelta que pudo ser sofocada recien en 759 a. C., cuando otra plaga asoló nuevamente el país.
Ashur-dan III fue sucedido por otro hermano, Ashur-nirari V, y 3 reyes después llegó Sargón II.

Jonás
En el judaísmo, Jonás (en hebreo es “paloma“) representa la enseñanza de la teshuvá, que es la capacidad de arrepentirse ante Dios.
Jehová Dios ordenó a Jonás predicar a los ninivitas y reclamar su arrepentimiento.
Probablemente por el odio a los ninivitas, Jonás no quería hacerlo y decidió huir de Jehová.
Jonás no temía ir a Nínive, pese a la maldad de los ninivitas. Su vacilación provenía de un odio arraigado, moldeado por heridas culturales e históricas contra los asirios.
No es una historia sobre predicar a una nación desobediente sino sobre negarse a predicar debido a prejuicios raciales y culturales. Jonás priorizó su identidad sobre su creencia.
Es curioso que Jonás fuese profeta pero tuviese una visión tan limitada de Dios:
- por un lado, que ignorase la misericordia o bien creyera que las bendiciones fueran sólo para el supuesto ‘pueblo elegido‘;
- por otra parte, que creyera en la territorialidad de Dios o sea que yéndose a otro país podría eludirlo o ignorarlo.
En el puerto de Jope, él consiguió un ticket en un buque que se dirigía a Tarsis, que el historiador judío romano, Flavio Josefo, identifica con Tarso, en Asia menor. Siglos después, Saulo nació en Tarso, o sea el apóstol Pablo.
Jonás 1:1-3: “La palabra del Señor vino a Jonás, hijo de Amitai diciendo: “Levántate y ve a Nínive, la gran ciudad, y predica contra ella porque su maldad ha subido a mi presencia”.
Entonces Jonás se levantó para huir de la presencia del Señor a Tarsis. Descendió a Jope y halló un barco que iba a Tarsis; y pagando su pasaje entró en él para irse con ellos a Tarsis huyendo de la presencia del Señor.”
Después de embarcar, Jonás se durmió profundamente en algún lugar del barco pero los marineros se enfrentaron a un viento tempestuoso que amenazaba con destrozar la nave.
Ellos clamaron a sus dioses por ayuda y arrojaron objetos por la borda para aligerar la nave.
El capitán de la nave despertó a Jonás, instándole a que también invocase a su dios. Todo indica que Jonás, huyendo de Dios, no atendio el pedido.
Luego, los marineros echaron suertes para determinar por culpa de quién se había originado la tormenta.
Y el sorteo señaló a Jonás.
Cuando se le preguntó si tenía algo que declarar, él confesó que había sido infiel a su misión y, como no deseaba que otros perecieran por su culpa, pidió que le arrojasen al mar.
Fracasados los esfuerzos por volver al puerto, los marineros le hicieron a Jonás según su palabra, y el mar detuvo su furia.
Un gran pez tragó a Jonás, quien pasó 3 días en su interior, pero él clamó misericordia y se arrepintió. Dios lo escuchó y perdonó, tal como quería hacer con Nínive.
El pez vomitó al profeta.
Siglos más tarde, Jesús lo mencionó como referente, y se autodenominó “mayor que Jonás” y profetizó a los fariseos “la señal de Jonás” en referencia a su crucifixión y resurrección en un período de 3 días, que es el tiempo que Jonás estuvo dentro de un pez muy grande (“Entonces oró Jonás al Señor su Dios desde el vientre del pez” – Jonás 2:1).
Jonás es mencionado en el Tanaj (Antiguo Testamento), en el Corán y en la Biblia como un profeta. Para muchos cristianos, cuando él se reconcilió con Dios y fue a Nínive, ese renacer es el equivalente a un bautismo.
Para el Islam, Jonás fue un profeta fiel a Alá que entregó sus mensajes, y esa narrativa en el Corán es la misma que se encuentra en el Tanaj pero el nombre árabe es “Yūnus“.
Hacia Nínive
Jonás emprendió el viaje hacia la ciudad neoasiria y predicó su mensaje: “40 días más, y Nínive será derribada”.
La Biblia no dice si Jonás conocía el idioma asirio o cómo fue que logró comunicarse.
¿Los ninivitas le creyeron a ese extranjero o el Espíritu Santo actuó en Nínive a partir de la advertencia de Jonás?
La respuesta es obvia: el Espíritu Santo puede actuar en cualquier corazón y no hay límite para la Misericordia divina.
Y vaya cómo actuó: la ciudad entera clamó por perdón a una deidad que ni siquiera era la propia pero creyeron que era verdadera.
No hay ‘exclusivismos‘ para Jehová Dios. Quien pretenda liderar debe servir más. Y la salvación es por Gracia que Él la concede a quien quiere.
Es curioso que Jonás, quien acababa de recibir el perdón / la gracia de Jehová Dios, se enojara con Él porque Nínive no fue destruida a los 40 días.
- ¿Cuál fue el motivo del enojo?
- ¿Su idea de Justicia que debía cumplirse?
- ¿Su ego insatisfecho por la profecía no cumplida?
Las profecías pueden ser condicionales y lo importante es que siempre reflejan el carácter de Dios, que es Justicia pero también Misericordia al punto que, por ese motivo, envió a su Hijo Unigénito para que pagara el precio que exigía la Justicia Infinita.
Sin embargo, Jonás estaba muy disgustado. El relato se lee en Jonas 4:1-4:
“—Oh Señor, ¿no es esto lo que decía yo estando aún en mi tierra? ¡Por eso me adelanté a huir a Tarsis! Porque sabía que tú eres un Dios clemente y compasivo, lento para la ira, grande en misericordia y que desistes de hacer el mal. 3 Ahora, oh Señor, por favor, quítame la vida porque mejor me es la muerte que la vida.
El Señor le respondió:
—¿Haces bien en enojarte tanto?”.
Luego, sucedió otra anécdota, que aparece en Jonás 4:5-10:
“Entonces Jonás salió de la ciudad y se sentó al oriente de ella. Allí se hizo una enramada y se sentó a su sombra hasta ver qué sucedería a la ciudad.
El Señor dispuso que creciera una planta de ricino, para que hiciera sombra sobre la cabeza de Jonás para protegerlo de la insolación. Y Jonás se alegró muchísimo por el ricino.”
(N. de la R.: El Ricinus communis es una planta perenne de rápido crecimiento, originaria de África y Asia, bonita, de propiedades medicinales, utilizada desde tiempos ancestrales en la fabricación de productos cosméticos y que prospera en diversos climas.)
“Pero Dios dispuso también, al amanecer del día siguiente, un gusano que atacó la planta de ricino y esta se secó. Y aconteció que al salir el sol Dios dispuso un sofocante viento oriental y el sol hirió la cabeza de Jonás, de modo que se desmayaba y anhelaba morirse. Y dijo:
—¡Mejor me es la muerte que la vida!
Entonces Dios dijo a Jonás:
—¿Te parece bien enojarte por lo de la planta de ricino?
Él respondió:
—¡Me parece bien enojarme hasta la muerte!
Y el Señor le dijo:
—Tú te preocupas por la planta de ricino por la cual no trabajaste ni la hiciste crecer, que en una noche llegó a existir y en una noche pereció. ¿Y no he de preocuparme yo por Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de 120.000 personas que no distinguen su mano derecha de su mano izquierda, y muchos animales?”.
El libro de Jonás termina de esta manera abrupta, y no hay mención de Jonás en otros libros de la Biblia… hasta que llegó Jesús.

La lección
El aspecto más profundo de Jonás no es lo que hizo ni cómo predicó a Nínive, sino lo que Dios intentó sembrar en su corazón.
Jonás lamentó la muerte de una calabaza pero deseaba la destrucción de una ciudad entera por su odio generacional hacia los asirios.
El riesgo del ‘Evangelio selectivo’ es creerse superiores, como Jonás. El mensaje bíblico es muy concreto al respecto.
Jonás pedía arrepentimiento a los ‘malvados’, pero el profeta era tan ‘malvado‘ como ellos.
Entonces, Dios no sólo obró en los ninivitas sino también en su profeta para demostrarle que nadie, sin importar su nacionalidad o cultura, está fuera del alcance de la Misericordia divina.
Aunque Dios sabía lo que los asirios habían hecho a los descendientes de Jacob, aún deseaba su redención.
La trama de la historia no es el pecado de Nínive sino el corazón endurecido de Jonás.

Jesús
Siglos después, el Maestro de Galilea recupera la historia porque los judíos ‘exclusivistas’ (fariseos y también saduceos) querían apropiarse de una religión que no les pertenecía sino que era de Dios.
Ellos estaban disputando la teología a quien la había diseñado, y a quien no reconocían como Mesías.
¿Qué pasa con el exclusivismo? ¿Acaso Abraham ni siquiera era judío y además entregó los diezmos al sacerdote Melquisedec, quien tampoco era judío?
¿Y qué decir del árabe Job o aún del babilonio Nabudoconosor, a quien Jehová Dios le entregó Jerusalén para su destrucción y a los judíos para su cautivrerio?
¿En la genealogía de David no están la prostituta cananea Rahab y la moabita Ruth? ¿Y qué decir de las 2 esposas que tuvo Judá?
Hay gente que no entiende al Jehová Dios que dice adorar.
Jesús cita como redimidos en Aquel Día tanto a los ninivitas (‘paganos’ para aquellos judíos que querían matarlo) como a la Reina de Saba.
Los sabeos tenían su eje en la actual Yemen. En la tradición etíope ella es llamada Makeda, y en la islámica (aunque no en el Corán) se la conoce como Bilqis o Balkis. Ella visitó a Salomón en Jerusalén.
Vamos al texto de Mateo 12:38 al 41, que comienza con un pedido ridículo o provocador porque llevaban días comprobando los milagros de Jesús:
“Entonces le respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo:
—Maestro, deseamos ver de ti una señal.
Él respondió y les dijo:
—Una generación malvada y adúltera demanda señal, pero no le será dada ninguna señal, sino la señal del profeta Jonás. Porque así como Jonás estuvo 3 días y 3 noches en el vientre del gran pez, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra 3 días y 3 noches.
Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio contra esta generación y la condenarán, porque ellos se arrepintieron ante la proclamación de Jonás. ¡Y he aquí uno mayor que Jonás está en este lugar!
La reina del Sur se levantará en el juicio contra esta generación y la condenará, porque vino de los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón. ¡Y he aquí uno mayor que Salomón está en este lugar!“.
El reproche es muy concreto y la enseñanza aún más.