Pintor nacido en mi tierracon el pincel extranjeropintor que sigues el rumbode tantos pintores viejos. Aunque la Virgen sea blancapíntame angelitos negros,que también se van al cielotodos los negritos buenos. Pintor, si pintas con amor,por qué desprecias su color,si sabes que en el cielotambién los quiere Dios. Pintor de santos de alcoba,si tienes alma en…
Pintor nacido en mi tierra
con el pincel extranjero
pintor que sigues el rumbo
de tantos pintores viejos.
Aunque la Virgen sea blanca
píntame angelitos negros,
que también se van al cielo
todos los negritos buenos.
Pintor, si pintas con amor,
por qué desprecias su color,
si sabes que en el cielo
también los quiere Dios.
Pintor de santos de alcoba,
si tienes alma en el cuerpo,
porque al pintar en tus cuadros
te olvidaste de los negros.
Siempre que pintas iglesias
pintas angelitos bellos,
pero nunca te acordaste
de pintar un ángel negro.
“Angelitos negros” (canción de Toña la Negra)
Letra: Andrés Eloy Blanco
Música: Manuel Álvarez Rentería, “Maciste“.
La humanidad es una raza. Hay diferentes etnias, geografías, ciudadanías y culturas, pero todos los seres humanos tenes genes comparables y biológicamente casi idénticos.
Las diferencias genéticas que reflejan la variación en la apariencia física de toda la humanidad implican el 0,01% de nuestros genes.
Hay una explicación: todos los humanos están hechos a la imagen de Dios (Génesis 1: 26-27) y traídos a la vida por Su aliento (Génesis 2: 7).
Si embargo, a pesar de la unidad genética y espiritual de la raza humana, el racismo existe. Algunas personas eligen acusar a los otros del peor delito (según ellos): vivir una cultura diferente.
Una aclaración
Dios estableció reglas a los israelitas con respecto a las diferentes naciones.
En Deuteronomio 10: 17-19, Moisés afirma el amor de Dios hacia el extranjero y luego exhorta a los israelitas a amarlos también.
Raab era de Jericó, y fue integrada a Israel. Ruth nació en Moab, y ambas integran la genealogía de Jesús. Todo un mensaje tanto para cristianos como israelitas hoy día.
Si bien Dios estableció una diferencia entre los extranjeros que deseaban seguirlo y/o bendecir a Su pueblo y entre quienes buscaban lo contrario, en 1 Reyes 8: 41-43, Salomón reconoce que los extranjeros que oren a Dios serían oídos por Él.
Las naciones que respetaran la voluntad de Dios serían bendecidas (Génesis 12: 2-3).
Sin embargo, las naciones que practicaban sacrificios humanos (el culto a Moloch, por ejemplo, incineraba niños) y la prostitución sagrada (el culto a Astarté), serían destruidas (Deuteronomio 20: 17-18).
Muy importante: este castigo no fue un problema racial. Fue Dios protegiendo a su pueblo de las influencias negativas de comunidades fronterizas que practicaban aberraciones.
Algunos casos prácticos
En Juan 4, Jesús mantiene una larga conversación con una mujer samaritana, cuyo nombre se desconoce.
Los samaritanos eran un grupo étnico despreciado por los judíos, pero más que su origen racial (una mezcla de israelitas con otros pueblos que los asirios introdujeron en la zona para que desaparecieran los habitantes originales), nunca perdonaron la negativa de los samaritanos a la construcción del segundo templo en Jerusalén, al regreso de la cautividad en Babilonia. De todos modos, el desdén resultaba una discriminación permanente.
El resultado de aquel diálogo reparador entre la samaritana y Jesús provocó que muchas personas de la localidad aceptaran las enseñanzas del Mesías.
Jesús sanó a gentiles y alabó su fe (Mateo 8: 5-13; y 15: 22-28).
Y enseñó a su iglesia a hacer lo mismo (Hechos 10:10-16).
El ministerio del apóstol Pablo, judío pero ciudadano romano, fue básicamente para los llamados ‘gentiles‘.
El mensaje de Jesús siempre fue inclusivo, y lo recordó Pablo en Gálatas 3:28: “Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús.”
El racismo es un pecado. Está en la Biblia, Santiago 2:8-9, “Hacen muy bien si de veras cumplen la ley suprema de la Escritura: «Ama a tu prójimo como a ti mismo»; pero, si muestran algún favoritismo, pecan y son culpables, pues la misma ley los acusa de ser transgresores“.
Los mal llamados ‘cristianos‘ que o aceptaron o no se opusieron a la esclavitud, no eran verdaderos cristianos, evidentemente. Y quienes discriminan al prójimo hoy día, son iguales a ellos.
Desafortunadamente, la humanidad ha torcido las enseñanzas de la Biblia para tratar de justificar los temores y prejuicios humanos.
La Biblia enseña que la opinión de Dios sobre las personas no se basa en las apariencias, sino en el conocimiento de su corazón (1 Samuel 16: 7), y quienes juzgan según las apariencias lo hacen con intenciones malvadas (Santiago 2: 4).
Las enseñanzas de Jesús se refieren a tratarnos unos a otros con amor, independiente de la etnia (Hechos 10: 34-35: “Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia“) y la posición social (Santiago 2: 1-5).
Todos los hombres tienen la misma sangre, se afirma en Hechos 17:26, “Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación“.
Todo el resto es mentira.
Occidente
Robyn J. Whitaker es profesora de Nuevo Testamento en Pilgrim Theological College, de la Universidad de Divinity en Australia. En 2019 ella escribió una muy interesante reflexión para la BBC: Jesús no era de raza blanca sino que tenía la piel oscura.
El testimonio de Whitaker es muy interesante:
“Me crié en un hogar cristiano. En la pared de mi habitación colgaba un retrato de Jesús, y allí sigue todavía. Es cursi y bastante chabacano, como solo algo de los ’70 puede serlo, pero cuando era pequeña me encantaba.
En la foto, Jesús se muestra tierno y amable; veo amor en su mirada. Tiene el pelo claro, los ojos azules y la piel muy blanca.
El problema es que Jesús no era blanco. Es normal que la creencia habitual sea la contraria si uno se fija en las iglesias del mundo occidental o visita una galería de arte.
Pero, al no haber una descripción física de Cristo en la Biblia, tampoco hay lugar para la duda: el Jesús histórico, el hombre que fue ejecutado por el Imperio Romano en el siglo I, era un judío de piel oscura procedente de Oriente Medio.
Esta afirmación no es para nada controvertida desde el punto de vista académico.
Sin embargo, es un detalle que parecen olvidar los millones de cristianos (…) Las imágenes de Jesús en los templos le retratan como un hombre con la piel clara.
Piensa por un momento en el apuesto actor Jim Caviezel, quien interpretó a Jesús en la película de Mel Gibson “La Pasión de Cristo”. Exacto, es irlandés-estadounidense.
Recuerda también algunas de las obras pictóricas de mayor renombre que tienen la crucifixión de Jesús como tema central. Rubens, Grünewald, Giotto… en todos los autores se puede apreciar la tendencia europea a representar a Jesucristo como un hombre blanco.
Pero, ¿qué importancia tiene todo esto? Pues mucha, ya que, como sociedad, somos plenamente conscientes del poder de la representación y de la importancia de la diversidad de los modelos de conducta. (…)”.
Me atrevería a decir, incluso, que la representación tradicional de Cristo produce una desconexión cognitiva en la que un individuo puede sentir un gran afecto hacia Jesús y al mismo tiempo demostrar muy poca empatía por una persona de Oriente Medio.
Asimismo, la afirmación teológica de que los humanos fueron creados a imagen y semejanza de Dios tiene consecuencias: si Dios siempre es representado como un hombre blanco, por defecto los humanos serán blancos, idea bajo la que subyace un racismo latente.
Históricamente, el blanqueamiento de Jesús ha contribuido a que los cristianos hayan perpetrado algunos de los más terribles actos antisemitas documentados. (…) Puede que suene radical, pero no paro de darle vueltas a qué podría cambiar si fuéramos conscientes de que la persona a la que los cristianos llaman Dios no era blanca, sino que el salvador del mundo fue un judío de Oriente Medio.”
Un reclamo
Precisamente hay un caso muy interesante al respecto: Justin Renel Joseph es un ciudadano de Manhattan que acudió a los tribunales para exigir que el Metropolitan Museum retire de sus muros los cuadros «racistas» que presentan a un Jesús rubio y de piel pálida: «La Sagrada Familia con ángeles», de Sebastiano Ricci; «La resurrección», de Perugino; «El milagro de los panes y los peces», de Tintoretto; y «La crucifixión», de Granacci.
«Cuando estas obras fueron pintadas, era típico que los artistas ejecutaran sujetos con una identidad similar a su público local», se defiende el museo
Joseph reclama la aceptación de que Jesús tenía «el pelo negro como la lana y la piel del color de bronce», tal como el del propio Joseph.
Y el abogado que lo patrocina fundamentó su pedido en la Ley de Derechos Civiles de 1964, razonando que los artistas «cambiaron por completo su raza para hacerla más llevadera estéticamente a los blancos».
BlackLivesMatter
Jarvis J. Williams es profesor asociado de interpretación del Nuevo Testamento en el Seminario Teológico Bautista del Sur en Louisville. También es el autor de “For God So Loved the World: A Blueprint for Kingdom Diversity” (Porque tanto amó Dios al mundo: Un plan para la diversidad del reino). La revista Christianity Today compactó ese texto y una conferencia que é, pronunció en la Conferencia Just Gospel de 2019 en Atlanta.
“(…) Algunos cristianos preguntan si deberían afirmar la dignidad de las vidas negras con las palabras “las vidas negras importan” ya que esta frase está asociada con la organización Black Lives Matter (BLM) y la organización BLM afirma cosas que son claramente contrarias a las Escrituras.
Como un hombre cristiano negro que cree que la Biblia nos da todo lo que necesitamos para la vida eterna y la piedad, creo que los cristianos deben comenzar nuestra oposición al racismo con un análisis bíblico y teológico del problema y con una presentación bíblica y teológica de la solución al problema. problema. Los cristianos también deben ser exégetas rigurosos de la Biblia y de nuestras propias ubicaciones sociales, ya que utilizamos recursos de gracia común y sentido común bajo la autoridad de las Escrituras para erradicar el mal del racismo en el poder del Espíritu.
(…) Sin embargo, las críticas recientes contra los cristianos que afirman la verdad bíblica de la dignidad negra usando las palabras “la vida de los negros importan” me parecen extrañas como un hombre cristiano negro en USA. Después de todo, la Biblia afirma que las vidas de los negros se crean a imagen de Dios (Génesis 1: 26–27), y nuestro país tiene una historia de deshumanización de los negros. Las palabras “las vidas de los negros importan” afirman una verdad bíblica sobre los negros.
Dios creó a los humanos a su imagen. Desde Génesis (3:15) hasta el evangelio de Mateo (28: 16-20) hasta Apocalipsis (5: 9), la Biblia habla claramente sobre la visión de Dios para restaurar todo lo que Adán y Eva perdieron en el Jardín del Edén y su visión de redimir étnicamente individuos diversos de lenguas, tribus, pueblos y naciones diferentes.
A través de la muerte y resurrección de Cristo, Dios endereza a los pecadores consigo mismo (Romanos 5: 6–10), reconcilia a los pecadores entre sí (Efesios 2: 11–22), y restaura y reconcilia todo el universo (Colosenses 1:19–20). Pablo llama a esta redención cósmica el desarme de los poderes terrenales y demoníacos (Colosenses 2: 14-15) y la unificación de todas las cosas y todas las personas en Cristo.
El racismo se opone al evangelio de Jesucristo y contra la visión de Dios de redimir y unificar la creación a través de Cristo. Dios recrea a través de Cristo una diversidad de lenguas, tribus, pueblos y naciones diferentes en una nueva (pero diversa) gente. Dios nos ordena vivir en la búsqueda de una comunidad reconciliada entre nosotros y con nuestros vecinos en anticipación de la era venidera (Isaías 65: 17–25; Rom. 8: 19–22). El reino de Dios es un reino que ya no existe, cuyo rey es un Mesías judío de piel morena. (…)
Como cristianos, debemos oponernos intencionalmente al racismo porque Dios a través de Cristo nos da poder y nos ordena caminar en amor con el poder del Espíritu. Una forma en que los cristianos caminan en el Espíritu es cuando amamos a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Gálatas 5: 13–14). (…)“.
Pero no sólo los negros
El racismo no es cuestión de hoy día. Ni se practica contra una comunidad exclusivamente. Hay múltiples racismos.
Alejandra Molina citó en Religion News a la pastora Rosa Cándida Ramírez, de los Ministerios La Fuente, frecuentados por latinos en Pasadena, California, diciendo: “No podemos decir que las vidas de inmigrantes importan, si no podemos decir que Black Lives Matter”.
Días después de que estallaran las protestas en USA condenando el asesinato policial de George Floyd, La Fuente emitió una declaración pastoral reivindicando Black Lives Matter y condenando el “linchamiento público” de Floyd y la “militarización de las fuerzas policiales en las ciudades“.
La declaración se refirió a Jesús de Nazaret como un judío palestino de piel oscura y anunció que era hora que la iglesia latina se uniera a la lucha afroamericana.
“¡No podemos permanecer en silencio porque estamos formados por las buenas noticias de Jesús de liberación, dignidad, compasión y justicia! Cualquier cosa que se oponga a las realidades del evangelio debe ser denunciada como poder de la muerte”.
Muchos jóvenes latinos han sostenido carteles que declaran “Unidad Negro-Marrón” y “Pueblo Marrón por la Liberación Negra” o “Tu lucha es mi lucha”, y para varios clérigos latinos y personas de fe, es imprescindible que este mensaje de unidad esté presente en sus iglesias.
Un estudio reciente del Centro de Investigación Pew afirmó que entre los latinos, el 51% dice que asiste a la iglesia más de una vez al mes, en comparación con el 42% de los estadounidenses blancos.
“Por un lado, estamos dando un lenguaje teológico a la generación más joven por su activismo“, dijo Marcos Canales, también pastor de La Fuente, escribió la declaración pastoral. “Al mismo tiempo, para la primera generación, les estamos dando el espacio para contar sus propias historias de injusticia“.
Canales está trabajando en la construcción de relaciones con pastores negros y líderes comunitarios en el área para aprender y participar en su activismo.
Pero hay otros casos interesantes.
Michael Okińczyc-Cruz, cofundador de la Coalición para el Liderazgo Espiritual y Público en Chicago, advirtió que ser católico es estar con Black Lives Matter y los jóvenes inmigrantes que lideran el movimiento para la reforma migratoria.
Los sacerdotes jesuitas de Dolores Mission Church, una parroquia católica en un barrio de clase trabajadora de Los Ángeles, han declarado su apoyo a Black Lives Matter.
Para muchos teólogos latinos, la conexión de Jesús con Galilea, la región donde Jesús de Nazaret llevó a cabo su ministerio, lo marca como una persona marginada y fronteriza (su permanencia reiterada en la zona del Mar de Galilea fue porque en Jerusalén los líderes fariseos y saduceos querían asesinarlo), lo relaciona con el rechazo que reciben los latinos estadounidenses.
Chao Romero, hijo de un padre mexicano y una madre inmigrante china y autor de “Brown Church” -un libro sobre la historia del activismo cristiano cristiano por la justicia social-, compara a Galilea con áreas como el este de Los Ángeles y el Harlem español y dice que para cambiar el sistema, “Jesús tuvo que comenzar con aquellos que estaban excluidos del sistema“.
“Como comunidades negras y marrones, somos los galileos de hoy“, dijo Chao Romero a Religion News.
Atreverse a romper las barreras culturales y raciales ayudaría a recuperar mensajes bíblicos que se han perdido en el tiempo.