La grieta entre cristianos estadounidenses fue muy marcada en el gobierno 2017 / 2021 de Donald Trump. En 2025 regresa, intensamente.
Durante su mandato presidencial 2017 / 2021, Donald Trump tuvo el respaldo de líderes cristianos conservadores, en su mayoría evangélicos blancos, quienes, a la vez, eran simpatizantes de Israel. Esto provocó una curiosa relación entre las creencias religiosas, el oportunismo político y la geopolítica secular.
Sin duda, aquellos evangélicos blancos republicanos eran / son herederos de la Derecha Cristiana de 1980, que integró el colectivo más firme que tuvo Ronald Reagan en su carrera de 1980 hacia la Casa Blanca, y que en 1987 se llamó Christian Coalition. Resultó muy curioso, en esta 1ra. experiencia de cristianismo político de Donald Trump & los WASP (White, Anglos-Saxon and Protestant) que el eje del discurso fuese una cuestión que no aparece en la Biblia (el aborto).
Contenidos complementarios
- Casa Blanca e Iglesia, poder y religión: el ‘Billy Graham’ sigiloso
- Crece la división entre evangélicos estadounidenses por Trump
- Ni Trump es Abraham ni Netanyahu es Isaac ni Ezequiel 36 es hoy
- Los falsos profetas
En 2025 aparecen diferencias respecto al mandato presidencial anterior de Trump. Para comenzar, el vicepresidente JD Vance es católico apostólico romano y de una corriente muy particular llamada ‘integrismo católico‘.
En verdad, el gabinete elegido por Donald Trump predominan los católicos. Y, en parte, esto provocó que, al sumarse a los evangélicos blancos del ‘trumpismo‘ -en particular los del ‘nacionalismo cristiano‘-, la base electoral del Presidente estadounidense, resultara con mucha diversidad en 2024. Pero enfoquémonos en el gabinete:
El staff
Trump convocó al pastor Scott Turner, de la Iglesia Bautista Prestonwood (Plano, Texas), como secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano de Trump (HUD). Turner, el único afroestadounidense en el gabinete, es muy conocido por su pasado como futbolista profesional: 9 temporadas en 3 equipos de la National Football League. Él posteó “Tenemos una importante misión por delante. A Dios sea la gloria. ¡Manos a la obra!”.
En el anterior gobierno de Trump, ese cargo lo tuvo el neurocirujano adventista del séptimo día Ben Carson, a quien Turner dijo admirar, y éste le retribuyó: “Sobre todo, es un hombre de Dios”.
Otro bautista del sur es el teólogo Doug Collins, a cargo del Departamento de Asuntos de los Veteranos. Él tiene una maestría en Teología del Seminario Teológico Bautista de Nueva Orleans, y durante 11 años fue pastor principal de la Iglesia Bautista de Chicopee (Gainesville, Georgia). También fue capellán militar de la Armada y luego estuvo con los reservistas de la Fuerza Aérea (grado de coronel) en 2008 estuvo 5 meses en Irak.
Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, es pentecostal. Su familia asiste al Centro de Adoración Familiar Cuadrangular en Watertown (Dakota del Sur), del que sus abuelos son confundadores y ella maestra dominical de niños. Ella cree que el plan de Dios incluye su dedicación a la política. Antes fue gobernadora de Dakota del Sur y se encuentra al frente de las deportaciones de inmigrantes ilegales.
Trump ha repetido en este mandato la anterior designación para la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB): Russell Vought, nacionalista cristiano. Entre sus tareas Vought es un promotor del Anexo F, que busca eliminar las protecciones del servicio civil para los trabajadores del Ejecutivo, para que puedan ser despedidos “a voluntad“.
También repitió designar a Brooke Rollins en la Secretaría de Agricultura. Devota cristiana, ella participa en una videoconferencia semanal sobre fe organizada por el Comité Nacional Republicano.
Aborto
Pete Hegseth, veterano del ejército y ex colaborador de Fox News es el secretario de Defensa pero los fines de semana se encuentra en la Pilgrim Hill Reformed Fellowship (Tennessee), que integra la Comunión de Iglesias Evangélicas Reformadas (pastor Doug Wilson). Él negó acusaciones de abuso de alcohol y agresión sexual, reconoció una infidelidad marital pasada pero afirmó que luego fue “redimido por mi Señor y Salvador”.
El metodista Doug Burgum es el secretario del Interior.
Scott Bessent, secretario del Tesoro, es miembro y patrocinador de la Iglesia Hugonote Francesa de Charleston, fundada por antecesores suyos en la década de 1680, según The Wall Street Journal. Pero también es el funcionario estadounidense abiertamente homosexual de mayor rango: está casado con el ex fiscal de la ciudad de Nueva York, John Freeman.
Michael Kratsios, que sería el asesor científico de Trump, es un líder de la Iglesia Ortodoxa Griega.
Tulsi Gabbard, directora de Inteligencia Nacional, es hindú.
Jamieson Greer, representante comercial de USA, es de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormón).
Pam Bondi ha sido elegida como fiscal general, respaldada por la Iglesia de la Cienciología.
Los católicos del gabinete, además de Vance:
- Marc Rubio, secretario de Estado;
- John Ratcliffe, director de la CIA (Central Intelligence Agency);
- Linda McMahon, secretaria de Educación que nació bautista;
- Sean Duffy, Departameento de Transporte;
- Lori Chavez-DeRemer, Departamento de Trabajo;
- Robert F. Kennedy Jr., activista antivacunas y difusor de teorías de conspiración, ahora secretario de Salud;
- Kelly Loeffler, Administración de Pequeñas Empresas; y
- Elise Stefanik, embajadora en la ONU.
Dato relevante: en este mandato presidencial, el aborto no es una prioridad ni para Trump ni para los cristianos que simpatizan con él. El fallo de la Corte Suprema en el caso ‘Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization‘ empoderó al respecto a los estados (N. de la R.: provincias).
Luego, los cristianos críticos de Trump parecen más preparados que en el pasado para difundir sus objeciones. Inclusive han sorprendido al propio Trump, tal como sucedió en la ceremonia religiosa del día de inicio de su mandato. El Presidente reaccionó con demora.
Por supuesto que hay cuestiones cruzadas en todo esto. Por ejemplo, ¿cuáles son los intereses del César y cuáles los de Dios? A la vez, cuáles son los valores de un cristiano.
De todos modos, aquí se reproducen fragmentos de 4 objeciones que referentes cristianos han expresado acerca de esta 2da. gestión de Donald Trump.
La obispo valiente
Mariann Edgar Budde es la 9na. Obispo de la Diócesis Episcopal de Washington DC. Antes fue, durante 18 años, la referente de la Iglesia Episcopal de St. John en Minneapolis, Minnesota.
Casada con Paul Budde -su apellido de soltera es Edgar-, es madre de 2 hijos. La Diócesis Episcopal trabaja en la Comunión Anglicana.
En junio de 2020, durante las protestas por la muerte del afroestadounidense George Floyd en Washington DC, Budde criticó el uso de gases lacrimógenos por la policía y la Guardia Nacional para despejar los terrenos de la también llamada Catedral de San Pedro y San Pablo, en la Plaza Lafayette, la 6ta. catedral más grande del mundo, y la 2da. más grande de USA.
En esos días de intensas refriegas en varias localidades, el entonces presidente Donald Trump usó la catedral para una sesión fotográfica que Budde describió como contraria a las enseñanzas de Jesús.
En enero de 2025, delante del otra vez presidente Trump, Budde ofreció un sermón en la Catedral Nacional de Washington pidiéndole que tuviera misericordia con las comunidades LGBTQ+, inmigrantes y refugiados. Sin duda, ella demostró valentía: una ocasión solemne, un recinto repleto de colaboradores y simpatizantes de Trump, el inicio de 4 años de gobierno….
La repercusión fue muy grande por la ausencia de voces que cuestionaran expresiones y acciones de Trump, quien la calificó de “desagradable” y “poco inteligente”, y le ha exigido una disculpa a ella y a la Iglesia Episcopal.
La obispo Budde, en una entrevista que le hizo Alex Gangitano, para The Hill, web especializada en política de la capital estadounidense,
- negó que estuviera intentando emerger como el rostro de un nuevo movimiento de resistencia,
- dijo que no se arrepiente de sus comentarios y
- parecíó satisfecha de haber provocado algunos debates significativas.
Ella también insistió que considera que el papel del clero es apoyar a las personas que lo necesitan y que no fue inapropiado lo que dijo: “La política y la fe no pueden separarse. Eso es verdad. Porque la política tiene que ver con la comunidad organizada y el poder; y cómo el poder afecta a las personas. Entonces, decir que la religión no es política realmente… no es verdad, ¿verdad?”.
Un fragmento del diálogo:
-¿Qué opinas del hecho de que la gente te llame y te vea como la cara de la resistencia a Trump?
-Hablé sobre la necesidad de la misericordia, un principio espiritual cristiano bastante sólido… parece bastante sencillo. Es algo que he estado predicando y enseñando, y también es una parte muy importante de la tradición episcopal. Así que si se recibe de esa manera, creo que dice más sobre dónde estamos como país que sobre lo que dije. Y como mencioné, vivimos en una cultura de desprecio. Tendemos a ver a las personas desde la peor perspectiva posible. (…)
-The New York Times escribió que los protestantes liberales se sienten “vistos” gracias a usted. ¿Cómo le hace sentir esa parte de la reacción?
-No somos la voz cristiana predominante en el ámbito público en la actualidad. Eso está muy claro. (…) Tal vez necesitemos ampliar un poco nuestro público porque muchas de las personas que se han acercado a mí son personas que han abandonado por completo la religión. Muchas, muchas personas comienzan diciendo: ‘Obispo Budde, no soy una persona religiosa’ o ‘Quiero que sepa que soy ateo, pero quiero agradecerle por lo que dijo’. (…) ¿Me gustaría que otras personas hablaran a favor de la dignidad? Sí, absolutamente. (…)
-Escuchamos a un congresista republicano decir que usted debería ser deportada. Cuando todo eso se relaciona con su seguridad, ¿se siente segura?
-Tengo mucho apoyo a mi alrededor. Estoy muy bien respaldada y por eso temo mucho menos por mi seguridad que por la de muchas otras personas.
-Con el presidente Trump de regreso en la Casa Blanca, ¿tienen los líderes religiosos la responsabilidad de hablar abiertamente?
-Creo que quienes quieren ver una retórica política más misericordiosa y más moderada en nuestra sociedad y una manera de unirnos para trabajar en las cosas, tenemos que organizarnos, ¿no? Y tenemos que hacer nuestro trabajo para estar a la altura de este momento, que es un desafío para muchos, pero aquí estamos. (…)”.
Los inmigrantes
La revista Christianity Today fue fundada en 1956 por el evangelista bautista Billy Graham con financiación del republicano, cristiano presbiteriano y empresario petrolero John Howard Pew (Sun Oil Company / Sunoco), y con el teólogo evangélico Carl F. H. Henry como primer editor.
La publicación ya tuvo diferencias con Donald Trump. En 2019, Christianity Today apoyó el pedido de juicio político a Trump, en un contenido firmado por quien era su Editor en Jefe, Mark Galli, quien calificó a Trump como “moralmente no apto” para la Presidencia y pidió su destitución.
En respuesta, otra publicación, The Christian Post, criticó la opinión de Christianity Today, recordó el apoyo que recibía Trump de los evangélicos, y rechazó el pedido de juicio político.
Esto provocó la renuncia, en protesta, de quien era el Editor en Jefe de Christian Post, Napp Nazworth.
Ahora, Christianity Today publicó: “¿Pueden los cristianos salvar el programa de refugiados?“.
Los inmigrantes resultan un colectivo diverso, dinámico y presionado por la Administración Trump.
Luego sostuvo Christianity Today:
“La semana pasada, una clínica de Nashville recibió a dos docenas de refugiados que llegaron en camionetas junto con sus trabajadores sociales.
Tal como lo hizo el ministerio con cientos de familias, de lugares como Afganistán, la República Democrática del Congo y Siria, el personal de Siloam Health repartió libros para colorear a los niños y comenzó a hablar con los padres a través de intérpretes.
Luego vinieron los controles vitales, los exámenes y las vacunas, todo parte de una evaluación médica por la que pasan los refugiados durante sus primeros 90 días en Estados Unidos para poder comenzar a trabajar o enviar a sus hijos a la escuela.
Pero esta vez, los líderes de Siloam sabían que su organización probablemente no recibiría reembolsos por sus servicios. En virtud de una nueva orden de la Administración Trump que detiene la llegada de refugiados y las instrucciones posteriores que suspenden los fondos para los refugiados que ya han sido aprobados para reasentamiento, todo ha cambiado de la noche a la mañana.
Las iglesias y los ministerios que atienden a los refugiados anticiparon recortes en sus programas (el reasentamiento de refugiados cayó a mínimos históricos durante el mandato anterior de Donald Trump), pero no en esta magnitud. Ahora, los ministerios y las iglesias que apoyan a los refugiados están luchando por recaudar fondos y llenar algunos de los vacíos que dejó la repentina escasez de apoyo federal. (…)”.
World Relief, que es el brazo humanitario de la Asociación Nacional de Evangélicos y tiene contratos con el gobierno como agencia de reasentamiento, ha reasentado a unas 4.000 personas desde noviembre.
Por lo general, las agencias reciben US$3.000 por refugiado en asistencia federal para apoyar a las personas durante sus primeros 90 días, con el objetivo de que tengan trabajo para que puedan cubrir su propio alquiler y necesidades en el 4to. mes. Las asociaciones con iglesias y los voluntarios ayudan durante unos 6 meses, complementando el breve período de elegibilidad para la ayuda pública.
Pero ahora las agencias están luchando por encargarse de todo por su cuenta. (…)
En apenas un par de semanas, World Relief ha recibido más de US$ 1 millón den donaciones de más de 1.000 personas. La organización calcula que necesitará US$ 6 millones para cubrir el déficit de los recién llegados y ya ha tenido que hacer despidos.
6 de las 10 agencias que reciben fondos federales para el reasentamiento de refugiados son religiosas ; quienes las apoyan consideran que cuidar al extranjero es un imperativo bíblico. Lifeway Research descubrió en 2024 que más del 70% de los cristianos evangélicos creían que Estados Unidos tiene la “responsabilidad moral” de aceptar refugiados. (…)”.
Jesuitas Made in America
America es una revista católica mensual publicada desde 1909 por los jesuitas estadounidenses, y con sede en el centro de Manhattan. The Washington Post la describió como “una de las favoritas de los intelectuales liberales católicos”.
Considerando que el pontífice vigente (Francisco) es un jesuita y ha promovido el ascenso de clérigos liberales en USA, el tema no es menor.
Desde 1998, cuando Thomas J. Reese se convirtió en Editor en Jefe, la revista discrepó con las enseñanzas del entonces papa Juan Pablo II sobre la homosexualidad, el celibato sacerdotal, el control de la natalidad, el aborto inducido y otros asuntos. La Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santa Inquisición), dirigida por Joseph Ratzinger (luego Benedicto XVI) propuso un comité de censores para revisar el contenido de la revista.
Reese renunció en mayo de 2005. La publicación National Catholic Reporter afirmó que la renuncia de Reese fue forzada por el Vaticano, aunque el generalato jesuita en Roma lo negó.
Desde 2022 su Editor en Jefe es Sam Sawyer.
El jueves 30/01 la publicación difundió una nota editorial.
“En las primeras dos semanas del 2do. mandato del presidente Donald J. Trump, entre una avalancha de otras órdenes ejecutivas y acciones, tres se destacaron no sólo por sus implicancias morales y prácticas sino porque, ejercidas por decreto unilateral, afirman un poder ejecutivo sin restricciones de los controles y equilibrios de nuestro sistema constitucional.
- Trump emitió una orden ejecutiva que supuestamente niega la ciudadanía por derecho de nacimiento a los niños cuyos padres no son ciudadanos o no tienen residencia permanente legal. Esa orden fue rápidamente suspendida por un tribunal federal de distrito , y el juez, que fue designado por Ronald Reagan, la calificó de “descaradamente inconstitucional”. Durante la audiencia, el juez preguntó: “¿Dónde estaban los abogados cuando se tomó esta decisión?”.
- Trump también despidió a 18 inspectores generales, ignorando el requisito legal de dar aviso con 30 días de antelación y un razonamiento específico para cada despido al Congreso (también criticó a los inspectores generales en su primer mandato). Los senadores Chuck Grassley y Dick Durbin, presidente y miembro de mayor rango del Comité Judicial, enviaron una carta exigiendo más información y el cumplimiento del requisito de explicaciones individuales sobre los despidos, incluso cuando reconocieron la capacidad del Presidente para despedir a dichos funcionarios con justa causa. Si bien la legalidad de los despidos sigue en duda, los inspectores generales no pueden acceder a sus cuentas de correo electrónico ni a sus oficinas y no pueden cumplir con sus funciones.
- Finalmente, el 27/01, el director interino de la Oficina de Administración y Presupuesto del Sr. Trump publicó un memorando en el que ordenaba a todas las agencias federales “pausar temporalmente” todas las actividades relacionadas con las subvenciones federales que pudieran verse afectadas por las recientes órdenes ejecutivas “incluidas, entre otras, la asistencia financiera para la ayuda exterior, las organizaciones no gubernamentales, la DEI, la ideología de género progresista y el nuevo pacto verde”.
La confusión que siguió a este memorando fue notable, lo que indica que la propia Administración no comprendió del todo los efectos de sus directivas. (…)
En el torbellino de noticias de los primeros días de la Administración Trump, estas tres acciones pueden no ser las más costosas moralmente. Esa distinción probablemente corresponde a la iniciativa de deportación masiva , que en gran medida está dentro de la autoridad ejecutiva establecida y ya ha encendido el temor entre las comunidades de todo el país .
(…) En el caso de la inmigración, el debate entre los estadounidenses gira en torno a políticas y valores: ¿hasta qué punto debe ser acogedor y abierto el país y hacia quiénes? Sin embargo, la afirmación de Trump de un poder ejecutivo sin restricciones plantea interrogantes no sólo de política sino de normas constitucionales fundamentales. No está claro si él y sus asesores aceptan que la limitación del Poder Ejecutivo, y su equilibrio con poderes y normas compensatorios, sea bueno y necesario en absoluto. (…)
Aunque todavía no ha explicado el motivo de la destitución de los inspectores generales, es probable que Trump esté invocando alguna forma de teoría del “Ejecutivo unitario”. En las versiones extremas de esta teoría, los límites procesales a la gestión del poder ejecutivo (que presidentes anteriores promulgaron como ley) son nulos o, al menos, solo se aplican a discreción del Presidente. (…)
La Iglesia Católica, que es monárquica en muchos aspectos y acepta la legitimidad de muchas estructuras de gobierno diferentes, reconoce sin embargo la importancia de los controles a la autoridad política (…). En ‘Gaudium et Spes’, el Concilio Vaticano II enseñó que “para que la comunidad política no se desmorone mientras cada uno sigue su propia opinión, es necesaria una autoridad que dirija las energías de todos los ciudadanos hacia el bien común, no de manera mecánica o despótica, sino actuando sobre todo como una fuerza moral que apela a la libertad y al sentido de responsabilidad de cada uno” (No. 74). En los Estados Unidos, esa autoridad y fuerza moral no ha sido confiada a un solo organismo o persona, sino a la estructura de controles y contrapesos incorporada en nuestro diseño constitucional y refinada a lo largo de la historia de la república.
(…) Para que Estados Unidos siga siendo “un gobierno de leyes, no de hombres”, todos los funcionarios a quienes se les ha confiado autoridad electa deben reconocer la necesidad y la justicia de imponer restricciones a su propio poder. Asimismo, deben trabajar juntos para reforzar esas restricciones contra quienes no las tienen.”
El peligro de Estado + Iglesia
Fundada en 1969, Spectrum es una publicación no oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día y su 1er. editor fue Molleurus Couperus, médico de Loma Linda, California. Su editor actual es Alejandro Carpintero.
El columnista Jason Hines es profesor adjunto en el Departamento de Administración de la Salud de la Universidad AdventHealth. Tiene un Doctorado en Derecho de la Facultad de Derecho de Harvard y una Licenciatura en Ciencias Políticas de la Universidad de Connecticut; un Doctorado en Religión, Política y Sociedad del Instituto JM Dawson de Estudios Iglesia-Estado de la Universidad de Baylor, una Maestría en Religión del Seminario Teológico Adventista del Séptimo Día de la Universidad Andrews.
Aquí un fragmento de su opinión enriquecedora:
“(…) En un servicio de oración que marcó la inauguración, la reverenda Mariann Budde apeló al presidente Trump y pidió clemencia para las comunidades inmigrantes y LGBTQ+ que temen las ramificaciones de sus objetivos políticos declarados. En un tono que podría describirse mejor como suave y tranquilo (no “desagradable”, como Trump lo calificó más tarde), Budde abogó por los miles cuyas voces no han sido escuchadas y que experimentan una cruel ignorancia.
Dirigiéndose directamente al presidente Trump, comenzó: “Permítame hacer una última súplica, señor Presidente […] En nombre de nuestro Dios, le pido que tenga piedad de la gente de nuestro país que ahora tiene miedo”.
Refiriéndose a las implicaciones para las familias y los niños, dijo: “Le pido que tenga piedad, señor Presidente, para aquellos en nuestras comunidades que temen que les arrebaten a sus padres”.
Es importante señalar aquí que es casi imposible negar la evidencia bíblica que sustenta su llamado a la misericordia. Miqueas 6:8 dice que una de las cosas que Dios requiere de nosotros es “amar la misericordia”.
3 veces en la Biblia se usa alguna forma de la frase: “Misericordia quiero, y no sacrificio” (Oseas 6:6, Mateo 9:13 y 12:7), y en cada caso, el texto implica que la misericordia es más importante que el cumplimiento de las reglas.
Además, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento hay una larga tradición de personas que se adhieren a lo que ahora llamamos la ‘tradición profética’: incitar a los poderosos a apartarse de la crueldad y a hacer lo correcto.
(…) En la reacción de algunos miembros de los círculos evangélicos estadounidenses también aprendemos una lección sobre la libertad religiosa. Muchas personas que dicen ser cristianas, incluso líderes cristianos, fueron increíblemente descorteses en sus respuestas a Budde. Esto demostró que sus problemas para mostrar misericordia van mucho más allá de los inmigrantes y la comunidad LGBTQ+. Al hacerlo, no solo demuestran por qué es importante la separación de la Iglesia y el Estado, sino también cómo está siendo atacada (N. de la R.: la Iglesia).
El cristianismo evangélico estadounidense ha perdido verdaderamente su rumbo cuando personas que afirman ser ministros del Evangelio se dan vuelta y atacan a uno de los suyos por hacer algo que está tan sólidamente respaldado por la tradición cristiana.
El ministro puritano Roger Williams advirtió sobre la fusión de la Iglesia y el Estado. Su principal preocupación no era el efecto de la Iglesia sobre el Estado, sino más bien la inmoralidad que podría entrar en la Iglesia como resultado. Es esa corrupción la que ha dado origen al nacionalismo cristiano, una ideología que se preocupa más por las fronteras que por la vida de las personas que viven dentro de ellas.
Una ideología que excusaría todas las formas de maldad con el fin de apoderarse del poder del Estado para obligar a las personas a vivir según una definición distorsionada y retorcida de la ley de Dios. Una ideología impregnada de un egoísmo inherente, que pone su propia libertad por encima de la libertad de los demás. Cuando cosas como un llamado al amor y la misericordia se convierten en anatema para los cristianos, ya no estamos siguiendo la tradición de un Dios que encarna el amor y nos concede misericordia todos los días.”