Punto a favor de los hábitos sanos: relacionan el sobrepeso a la infertilidad Más de 1.900 millones de adultos de 18 o más años tienen sobrepeso. A su vez, dentro de este grupo, más de 650 millones tienen obesidad, lo que representa más del 10% de la población mundial. Las consecuencias de este problema para…
Punto a favor de los hábitos sanos: relacionan el sobrepeso a la infertilidad
Más de 1.900 millones de adultos de 18 o más años tienen sobrepeso. A su vez, dentro de este grupo, más de 650 millones tienen obesidad, lo que representa más del 10% de la población mundial.
Las consecuencias de este problema para la salud física y mental son diversas. Entre ellas, puede devenir en dificultades de concepción.
La infertilidad es provocada por múltiples factores ya sean genéticos, fisiológicos, ambientales y nutricionales. En su globalidad, afecta al 10-15% de las parejas en edad reproductiva.
Se sabe, además, que puede ser generada por patologías femeninas como también masculinas. En las mujeres los niveles altos de estrógenos por obesidad generan más probabilidades de aborto, menos chances de éxito en tratamientos de reproducción asistida, así como síndrome de ovarios poliquísticos y desordenes de los niveles hormonales.
En este caso, un estudio publicado en julio pasado se centró en la función masculina ycomprobó la asociación entre obesidad/sobrepeso a una peor movilidad, volumen y morfología de los espermatozoides.
El estudio
La investigación consistió en una revisión sistemática y metaanálisis de toda la literatura científica existente en torno a calidad espermática vinculada al sobrepeso/obesidad.
En concreto, involucró el análisis 60 artículos de manera cualitativa y 28 artículos de manera cuantitativa.
Comúnmente se sabe que la obesidad puede ocasionar disfunción eréctil, pero la reciente publicación confirmó que también ocasiona menor cantidad y peor calidad del semen.
Es decir que en cualquier medida, el sobrepeso está asociado a una menor aptitud espermática: desde el volumen seminal, a la concentración, cantidad, vitalidad, movilidad total y morfología de los espermatozoides.
Al mismo tiempo,un peso por debajo del considerado adecuado se asocia a una reducción del porcentaje de espermatozoides morfológicamente normales.
Este trabajo proporcionó una visión global sobre el problema de la infertilidad y evidenció con gran rigurosidad la importancia que tiene la adiposidad en el proceso reproductivo.
Los resultados se publicaron en la revista científica Obesity Reviews, una de una de las más respetadas del área de la endocrinología y metabolismo.
La investigación se realizó con profesionales de la Universitat Rovira i Virgili (España), del Consorcio Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBERobn, España), de la University of Utah (EEUU), de la Ahwaz Jundishapur University of Medical Sciences (Irán)y de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina).
La otra epidemia
El investigador principal, el doctor Albert Salas-Huetos, afirmó que “estos resultados sugieren que la prevención de sobrepeso y la obesidad debe considerarse desde una edad temprana para evitar posibles efectos nocivos sobre la salud reproductiva”.
Es decir, la epidemia de la obesidad/sobrepeso no sólo genera otras condiciones médicas sino que en sí requiere de un acercamiento especialmente preventivo.
La infertilidad no es el único problema derivado sino que la obesidad es el quinto factor entre los principales causantes de muerte en el mundo.
Esto quiere decir que las principales causas de defunciones no naturales según la OMS no están relacionadas a la falta de conocimiento científico acerca del tratamiento y la cura de enfermedades.
Por el contrario,están vinculadas al estilo de viday al acceso a la salud por parte de todos los sectores socioeconómicos.
La dieta actual basada en ultraprocesados y la medicalización de la vida retornan el debate al periodo anterior al tratamiento y asegura, una vez más, que la prevención es la medicina del futuro.
Hábitos
Además de la predisposición genética y de desordenes particulares, la obesidad y el sobrepeso son condiciones directamente relacionados a hábitos de vida.
Uno de los factores decisivos es el nivel de actividad física que la persona tiene. El sedentarismo es un problema cada vez más común en el mundo actual en el que los modos de vida están diseñados para la comodidad y para estar sentado.
El trabajo en oficina, el movimiento en diferentes transportes, ascensores y el tiempo de ocio volcado al consumo audiovisual no generan condiciones propicias para hábitos activos.
La ONG Crear Salud se dedica a enseñar estos principios y explica que “nuestro cuerpo está estructurado para el movimiento. Por esta razón, se desarrolla en función de lo que vayamos necesitando que haga. Si no le solicitamos que haga nada, no lo hará. Por ejemplo, si no obligo a mi cuerpo a hacer ejercicios de fuerza, nunca seré capaz de hacerlo de manera natural. Es por eso que si dejamos el cuerpo todo el día sentado, las distintas partes implicadas en el movimiento, se irán atrofiando y cada vez nos permitirán hacer menos actividades”.
Finalmente, otro agravante del sedentarismo es que usualmente los efectos se manifiestan a largo plazo y el deterioro no es fácilmente advertido.
Adicionalmente, el ejercicio físico tiene una relación directa con la salud psíquica. Un estudio europeo indicó que“La práctica regular de ejercicio físico ha demostrado tener efectos beneficiosos sobre la salud psicológica”.Por otro lado, quienes “realizan ejercicio regularmente tienden a percibir mayor grado de salud, menor nivel de estrés y mejor estado de ánimo”.